- A cargo de Ángel Sánchez Redondo, licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid
| CARMEN CASCÓN MATAS |
Con motivo de la celebración del V centenario de la Concordia de Peña Merendera, los ayuntamientos de Puerto Castilla y Solana de Ávila organizaron el sábado 7 de octubre un encuentro para conmemorar un documento histórico que ponía fin a los conflictos por los deslindes en tierras abulenses entre el Ducado de Alba y el Ducado de Béjar. Así se fijó el alfoz o territorio con límite entre Santiago de Aravalle (entonces en el ducado de los Álvarez de Toledo) y Solana de Béjar (hoy Solana de Ávila, entonces dentro del dominio de los Zúñiga).
El Centro de Estudios Bejaranos colabora en estas actividades promovidas por el investigador Ángel Sánchez Redondo que están llevando el acontecimiento ocurrido en 1523 a las localidades mencionadas, pero también a Barco de Ávila y Béjar.
Así, en Béjar organizamos una conferencia en el Casino Obrero el martes 24 de octubre, a las 20 horas, llevada a cabo por Ángel Sánchez Redondo bajo el título “V CENTENARIO DE LA CONCORDIA DE PEÑA MERENDERA (1523-2023). La ordenación de la Villa de Béjar en su tierra abulense: el caso del valle del Aravalle”.
Ángel Sánchez Redondo
Nacido en Santiago de Aravalle, en el municipio de Puerto Castilla (Ávila), el 3 de agosto de 1962, aunque se trasladó a Madrid con 8 años. Licenciado Geografía e Historia por la Universidad Complutense entre 1980 y 1985, especialidad Historia Moderna, ha ejercido como profesor de Enseñanza Secundaria en Sevilla, Jaén y Córdoba. Precisamente en la actualidad está trabajando en un proyecto de recuperación para la ciudadanía de un tramo de la muralla cordobesa a través del Proyecto de Innovación Educativa “Visualización y puesta en valor de la muralla almohade del IES Séneca”.
Es autor de numerosas publicaciones de investigación histórica (Costumbres y habla del Aravalle, Diez años de actividades: 1994-2004. Rutas y senderos, El Quijote en el Café Gijón, Madrid a Miguel Hernández). bien como único autor o como coautor, pero también se ha adentrado en la creación literaria con novelas como A la sombra de una oliva (1999) y El último señor (2007). Es miembro colaborador de la Institución Gran Duque de Alba, que ha editado un trabajo de su autoría sobre la iglesia de Santiago de Aravalle, en el número 49 de Cuadernos Abulenses.