- Lo decisivo para esta región hubiera sido anunciar la decidida modernización de ese trayecto para mercancías y pasajeros
| JOSÉ FERMÍN ROZAS RODRÍGUEZ |
El próximo lunes se convertirá en una de esas fechas que se ensalzará como la cumbre del progreso en Extremadura, su relación parcial con Madrid a través de la Alta Velocidad según las invitaciones al magno acto. De sus principales ciudades con el ombligo ciego de España. Una nota de Adif aclara «Los tramos de alta velocidad que entren en servicio se conectarán con la línea convencional y por ellos circularán trenes a velocidades de hasta 200 km/h.” Si no se pasa de 250 km/h. no hay alta velocidad, ¿alguien juega con la verdad y la gente? A pesar de ser un avance plausible, cuando finalicen esa línea las cosas apenas cambiarán según muestra la experiencia en otras partes de España. Visto con perspectiva, lo decisivo para esa región, y otras, hubiera sido anunciar el 1 de enero de 1985 la decidida modernización de la Vía de la Plata para mercancías y pasajeros. Como eje trasversal impulsor de desarrollo económico del Oeste de España. Curiosamente tras esa fecha gran parte de los territorios atravesados por esa línea formalizaron su declive poblacional imparable.
El cierre de la Vía de la Plata supuso la certificación del abandono de gran parte de territorio español a su suerte, proceso que hunde sus raíces en el siglo XVIII. La decisión política de favorecer un centralismo desaforado e insólito en nuestra historia explotó en el siglo XX y continúa. Profundizando la interesada desigualdad territorial, convirtiendo a los abandonados en financiadores y reserva demográfica, bien formada, de los favorecidos. Recordemos que España no tiene entre sus políticas de Estado, si existe alguna, la cohesión territorial a pesar de lo dicho en su Constitución de 1978.
Nos acercamos a los 40 años de cierre de esa estratégica línea ferroviaria, durante los cuales se realizaron continuos anuncios falaces de posible rescate mientras la desmantelaban físicamente. Incluso el 30 de noviembre de 2017 el Congreso de los Diputados aprobó la reapertura de la línea férrea entre Astorga y Extremadura. Tras ello, se ha llegado a negar la clara evidencia de solicitar España su exclusión de la Red Básica de la TEN-T, red global e integral europea de transportes de mercancías y pasajeros. Ahora el gobierno si defenderá, no se sabe si con uñas y dientes, mantener la Vía de la Plata en esa red europea de transporte. La debilidad de nuestras administraciones locales y autonómicas, debido a la despoblación y el envejecimiento, apenas les permiten ir más allá de hacer continuas propuestas documentadas a la única administración capaz de cambiar las cosas, el Estado central tan ¿indiferente al drama?
Últimamente desde Extremadura buscan recuperar la línea como el eje de mercancías que nunca debió de dejar de ser, apareciendo un nuevo “Manifiesto de impulso al Corredor Oeste/Ruta de la Plata”, auspiciado por las Cámaras de Comercio del Oeste. “En una nueva época del transporte, en la que se está manifestando y promoviendo el ferrocarril como medio más eficiente y sostenible” plantean un primer paso Plasencia-Salamanca, “que permitirá evitar la necesidad del paso de las mercancías por Madrid”. Insisten, “La conexión de los cuatro ramales actuales horizontales del Corredor Atlántico del Oeste Ibérico mediante la infraestructura ferroviaria de la Ruta de la Plata permite completar la actual red radial, de gran debilidad, con una circular contribuyendo a crear una red distribuida de gran robustez, eficacia y eficiencia.”
Toda iniciativa impulsora de la reapertura de la línea cerrada entre Astorga y Plasencia nos parece digna de encomio. La Plataforma Salmantina en Defensa del Ferrocarril seguirá insistiendo en la vital necesidad de reabrir, con criterios del siglo XXI, todo el Corredor ferroviario del Oeste desde Sevilla-Huelva hasta la provincia de León con una financiación suficiente, rápida y estable. Reivindicación fundacional de la Plataforma. Y por supuesto su vuelta a los proyectos prioritarios de la red europea de transporte, tanto de mercancías como de viajeros. Solicitamos al gobierno español se lo tome en serio por una vez, la situación de las regiones afectadas ya es dramática y terminal.