- Los estudios y la restauración han contado con un equipo multidisciplinar del CCRBC y se ha realizado una inversión de más de 17.000 euros
La talla ha sido objeto de estudios y de restauración en los últimos siete meses, fruto de la colaboración entre la Consejería de Cultura y Turismo y la parroquia de Santa María la Mayor de la localidad bejarana que ha devuelto al conjunto de la imagen su estética originaria.
La imagen de Nuestra Señora de las Angustias recibe culto durante todo el año en la parroquia de Santa María la Mayor de Béjar y forma parte de las procesiones en la celebración de la Semana Santa bejarana. Este valor devocional y cultual es de gran relevancia a la hora de establecer criterios de intervención en este tipo de imágenes.
Durante los últimos siete meses se han estado realizando los estudios y trabajos de restauración. Esta intervención se ha llevado a cabo gracias a la colaboración entre la Consejería de Cultura y Turismo y la parroquia de Santa María la Mayor y la Hermandad de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias de Béjar. Esta colaboración se enmarca dentro del Programa de la Semana Santa que se viene realizando desde el año 1998 en Castilla y León.
Los estudios y la restauración han contado con un equipo multidisciplinar del CCRBC y se ha realizado una inversión de más de 17.000 euros, en la que ha participado la parroquia y la hermandad que dan culto a la imagen.
Estado de la talla y proceso de intervención
La Virgen de las Angustias es una talla policromada que representa el momento en el la Madre recibe el cuerpo de Cristo en su regazo después de ser descendido de la Cruz, esta iconografía es reconocida popularmente como la Piedad. A fecha de hoy se desconoce la autoría de esta obra, pero atendiendo al estilo y técnica se puede encuadrar en la primera mitad del siglo XVIII. De magnífica factura tiene un detallado estudio de paños y anatomía que sin duda alguna bebe de los modelos creados por el insigne escultor e imaginero Luis Salvador Carmona. Además, la imagen tiene la particularidad de ser una imagen con un marcado carácter eucarístico, ya que el pecho del Cristo es un sagrario para alojar el Santísimo Sacramento.
La talla presentaba una serie de deterioros, unos derivados de los procesos de envejecimiento de los materiales y de la técnica de ejecución por parte del imaginero, y otros derivados de la continua manipulación y carácter devocional de la obra. Está realizada en madera de pino. Y, gracias a las radiografías realizadas y a su estudio, se ha podido determinar el sistema de encolado y unión de las diferentes piezas que conforman el bloque inicial de madera del que partió el escultor.
La imagen contaba con numerosas grietas abiertas y con múltiples desajustes y reparaciones desafortunadas de elementos que afectaban a la correcta comprensión estética de la misma. Todos estos deterioros se han podido restaurar devolviendo al conjunto de la imagen a integridad estética originaria. Asimismo, presentaba multitud de repintes antiguos que intentaban enmascarar deterioros y han sido eliminados, sacando a la luz toda la policromía original de la imagen.
Durante el proceso de intervención se ha tenido en cuenta el marcado carácter devocional a la hora de recuperar cromáticamente el conjunto, realizando una reintegración muy ajustada pero respetando el devenir histórico de la misma.
Para finalizar la restauración se ha diseñado una base que tiene una doble finalidad. Por un lado realzar los valores estéticos la escultura, por otro tiene una finalidad de conservación preventiva que es la adecuada manipulación en sus traslados a las andas procesionales.
Como en todas las intervenciones realizadas en el Centro en este tipo de obras se pretende no solo el estudio y conocimiento del patrimonio en su estricto aspecto material, sino que además se intenta conocer los valores inmateriales y devocionales que sustentan. Para ello se realiza una labor de concienciación en materia de conservación preventiva en las personas responsables e instituciones titulares del patrimonio cultural.