- Con motivo del Día Mundial Contra el Maltrato y Abuso a Mayores
El maltrato a las personas mayores puede manifestarse en forma de maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; maltrato por razones económicas o materiales, abandono, desatención, negligencia e incluso autonegligencia. Pero también se percibe un maltrato más sutil y que se manifiesta como una visión estereotipada y negativa de las personas mayores: es el llamado edadismo que favorece entornos discriminatorios y no igualitarios.
A lo largo de todo el año y en el marco del proyecto ‘Buen trato a las personas mayores. Promoción del trato adecuado y protección frente al maltrato’, Cruz Roja realiza actividades para informar a las personas mayores de factores de riesgo, sus derechos, recursos disponibles, les asesora para prevenir situaciones de abuso o maltrato, les da apoyo psicosocial y emocional, les proporciona espacios de encuentro y trabaja con otras entidades y fuerzas de seguridad para la protección de las personas mayores.
La mayor esperanza de vida de las mujeres trae consigo desafíos en términos de salud y bienestar, que incrementan las posibilidades de discapacidad y dependencia, un fenómeno que perpetúa desigualdades socioeconómicas en comparación con los hombres. Uno de los problemas más graves derivados de esta situación es la creciente vulnerabilidad de las mujeres mayores al maltrato, detectada por Cruz Roja y para la que apenas existen datos a nivel estatal ni mundial.
Si bien es cierto que las mujeres son más abiertas para hablar sobre sus problemas con el personal de Cruz Roja, el maltrato a su edad sigue siendo un tabú: siguen pendientes del “qué dirán”, optan por el silencio pese al sufrimiento, protegen a sus hijos e hijas -que pueden ser quienes perpetran el maltrato-, o aún no hablan de la violencia de género, pese a que estén viudas o separadas, lo que impide el proceso de duelo y recuperación. Además, los recursos de ayuda no están diseñados para ellas, y en algunas ocasiones pueden sufrir revictimización cuando el agresor se queda en su vivienda, y la mujer debe refugiarse en una residencia de mayores.
Muchas personas mayores no reconocen estas experiencias como maltrato debido a una percepción distorsionada de la violencia en la pareja o el entorno familiar, por eso, Cruz Roja alerta de que es urgente promover la concienciación sobre los derechos de las personas mayores y asegurar políticas y servicios que protejan su bienestar, combatan la violencia y garanticen una vejez digna y segura, acentuada en el caso de las mujeres. Igualmente, toda la sociedad tiene ciertos maltratos asumidos por ser más sutiles: frente a la violencia física y psicológica, más reconocible en la actualidad, los malos tratos bienintencionados, la visibilización de la mujer mayor, el aprecio y la promoción del buen trato son tareas pendientes, que deberían ir a mayores. Bajo el acuerdo con el Ministerio del Interior, y en coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también se llevan a cabo acciones de prevención de estafas y timos, y estrategias de protección tanto dentro como fuera de sus domicilios.
Desde el año 2016, Cruz Roja desarrolla a nivel nacional una estrategia de protección e intervención ante situaciones de maltrato a las personas mayores con el proyecto ‘Buen Trato a las personas mayores. Promoción del trato adecuado y protección frente al maltrato’. Desde hace un par de años, la sensibilización se amplía al colectivo de jóvenes, ya que la educación es fundamental para acabar con este problema. También se hace intervención directa con personas en situación de maltrato o lo han estado y se les acompaña en su restablecimiento (desde acompañamiento psicológico, a mejora de competencias, autoestima o empoderamiento).