- «La Junta persiste en su nada velada obsesión por desmantelar, a toda costa, el hospital de Béjar»
La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública (PDSP) de Béjar ha hecho público un comunicado donde indican que «la Junta de Castilla y León persiste en su nada velada obsesión por desmantelar, a toda costa, el hospital de Béjar. No sólo porque no destina una partida presupuestaria, sino porque vota en contra de las enmiendas presentadas por la Unión del Pueblo Leonés y PSOE, un despropósito previsible que deja a los pacientes desprotegidos y forzados a trasladarse a la capital para sus problemas de salud».
Marisa Díaz, portavoz del colectivo, no comprende «por qué PSOE propone que se destine un dinero al hospital de Béjar y luego no apoya la enmienda de UPL, que tiene una actitud más coherente presentando su propia enmienda y apoyando la de los socialistas. Tampoco entiendo la postura de Podemos, que tras recibirnos en las Cortes y dejarnos ver que nos apoyaría se queda al margen y se abstiene».
«Con este plan, nos espera más de lo mismo: la Gerencia del Complejo Hospitalario, en medio de su caos desorganizativo, retiene en Salamanca a los Especialistas de Urgencias, que llevaban treinta años prestando sus servicios en Béjar, mientras se deja ir a diez Médicos Residentes porque les hace unos contratos precarios y huyen a otras provincias donde se les valora más y mejor», aseguran.
Desde la plataforma se anuncia que «vuelven las consultas de especialidades tres semanas después de haber sido suspendidas ante el desconcierto de los médicos que venían a trabajar a Béjar porque nadie les había informado; y, para colmo, las historias clínicas viajaban a diario a unas consultas vacías».
«Se aumentan trágicamente las listas de espera», tal y como informó BÉJAR EN EUROPA el pasado 12 de febrero, «y se dejan de diagnosticar enfermedades y entre tanto nuestro quirófano y aparataje para pruebas diagnósticas se mueren de pena. Y, mientras en el hospital de Béjar las camas vacías se llenan de polvo, se ingresan pacientes en un hospital privado cuyos servicios pagamos todos. Además se niega a las comarcas vecinas el derecho a elegir hospital por proximidad, se cierran consultorios rurales en nuestra comarca…».
Díaz concluye aseverando que se abusa «de la paciencia de los usuarios que pierden tiempo y salud intentando contactar con un teléfono para conseguir una consulta que en la mayoría de los casos no es presencial. ¿Alguien da menos?»