- El PP promocionaba el consumo en el comercio bejarano mientras contrataba ‘flyers’ en Milán (Italia)
En el último editorial hablábamos del ‘Cinismo postmoderno en Béjar’. Poníamos como ejemplo superlativo de esta ominosa actitud la crítica de Riñones ante la no apertura de La Covatilla este verano cuando él, precisamente él, tampoco la abrió en la época estival de 2015, 2016 y 2017; cuando la estación de esquí ya estaba bajo la plena gestión municipal, y siendo el máximo responsable (‘director’) de esas instalaciones.
Avisábamos en ese artículo que, además de este caso, seguramente hubiera más capítulos de la serie sobre el ‘Cinismo postmoderno en Béjar’ instigado por algunos representantes del anterior equipo de Gobierno (PP).
Algún usuario mostró su incredulidad por esta predicción, suponiendo que estarían todas las cartas sobre la mesa y boca arriba tras conocerse las infames condiciones de la situación heredada. Nada más lejos de la realidad. Béjar vivía en un matrix virtual y cutre custodiado por agentes Smith a lo largo de estas últimas legislaturas.
Y no nos referimos a botones de muestras pasados como cuando ahora exigen lo que negaron a PSOE e IU hasta que un juzgado les obligó y solicitándolo incluso antes de constituirse como grupo municipal, o cuando solicitan utilizar el Gabinete Municipal para difundir sus notas de prensa partidistas cuando ellos nunca se lo brindaron a la oposión… No, los hay nuevos.
De hecho, el otro día nos daban cuenta de otro episodio: «El Béjar-Milán connection».
Según consta en varias facturas en el Ayuntamiento de Béjar, el departamento de Cultura, liderado por la edil Purificación Pozo (PP), adjudicaba contratos para la confección de flyers en Milán (Italia).
¿Tan complicado es hacer un flyer para tenerlo que contratar en el extranjero? Los denominados flyers son publicidad gráfica de tamaño mediano utilizada para promocionar un producto o servicio que cualquier imprenta puede realizar.
¿Cuálquiera? No para Pozo. A la edil del PP se le quedaban pequeñas las imprentas bejaranas para encargar estos trabajos, pero también las comarcanas, las provinciales, las autonómicas y las nacionales. Por eso los encomendaba a una empresa de Milán (Italia): A 1.746 kilómetros de Béjar.
Sin embargo, paradójicamente y de cara al público, durante el transcurso del pleno correspondiente al mes de julio, el PP votó en contra del acuerdo de adhesión a la Central de Contratación de la FEMP porque, entre otras cuestiones, adujeron que esto «provocaría que vinieran empresas de fuera, lo que no favorecería el empleo entre las personas en paro de Béjar», y promocionaba el consumo en el comercio bejarano mediante intensas campañas publicitarias en determinados medios de comunicación con líneas editoriales muy afines a su política.
¿Contradicción? No. Simplemente ‘Cinismo postmoderno’.
Puede llegar a ser difícil para ciertas personas más versadas y acostumbradas en luchas casposas, pero no estaría de más que lograran ser, al menos por una vez en su vida, consecuentes con los supuestos principios que profesan. A eso se le llama «COHERENCIA». Ya saben, nos referimos, y como queda sobradamente demostrado, a eso que no ha existido en Béjar durante los 20 años de gobierno del PP.