- En un año, y a pesar del veto impuesto por el equipo de Gobierno del PP, BÉJAR FM continúa creciendo le pese a quien le pese: La audiencia de este digital se ha cuadruplicado
- Desde nuestro presente les estamos esperando en su futuro. Los métodos franquistas del siglo pasado ya no funcionan en pleno siglo XXI
La libertad de expresión, de información y una línea editorial independiente, son derechos intrínsecamenete democráticos.
Hace unos días hemos conocido que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha acusado a la prensa de ser “el partido de oposición” cuando más de 300 periódicos de Estados Unidos se han aliado y defendido en sus editoriales la libertad de prensa, ante “un asalto sostenido contra la prensa libre” de Trump desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017.
Esta carencia total de actitud democrática, pretendiendo acallar la disidencia con la medida más reaccionaria posible, no es exclusiva del presidente populista yankie. No hace falta irse muy lejos para observar la puesta en marcha de los recalcitrantes resortes propios de tiempos dictatoriales pretéritos en contra de la libertad de expresión.
Y es que, en ambos lados del charco, ciertos personajes no están acostumbrados a la presencia de voces discrepantes, y están habituados a silencios adiestrados, sumisos, obedientes y agradecidos.
En Béjar, por ejemplo, parece que hay todavía obcecados aprendices de la más negra época de la historia de España, prestos a practicar las rancias técnicas mantenidas por la sinrazón del autoritarismo.
Como todos saben, BÉJAR FM está vetado por el equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Béjar con un trato totalmente discriminatorio a nivel informativo desde hace ya casi un año. De hecho, no es la primera vez que el equipo de Gobierno del PP trata de someter por este procedimiento a medios de comunicación o profesionales en Béjar. Del tema de la publicidad institucional, mejor ni hablamos.
Fracaso absoluto del veto
El objetivo principal de un veto de este tipo es sabotear a un medio cortándole el suministro de información y/o de financiación, con el ánimo de que sucumba al cabo de un tiempo. Pero si eso era lo que pretendían hacer con BÉJAR FM, les ha salido el tiro por la culata y ha resultado ser un fracaso absoluto: Este digital no ha claudicado y, en prácticamente un año de veto, la audiencia se ha cuadruplicado:
- A 31 de agosto de 2017, los usuarios diarios de este digital eran 2.819 (visitas únicas según los datos facilitados por el servidor). Actualmente, a fecha 31 de agosto de 2018, ya son 10.512.
- Las interactuaciones con las publicaciones de este digital en las redes sociales han crecido considerablemente. En FaceBook han aumentado un 66% respecto al último mes, y en Twitter se llega a las 22.258 impresiones semanales.
‘Gracias al veto’, en BÉJAR FM se ha ampliado el espacio para la opinión, para el análisis alternativo, y para nuevas secciones. Pero también, le pese a quien le pese, se ha continuado ofreciendo toda la actualidad de Béjar, incluida la información municipal de interés general.
Los métodos franquistas del siglo pasado ya no funcionan en pleno siglo XXI:
Deberían saber que un digital no necesita de ‘una antena’ para continuar activo, que con el beneficio de la globalización no se requiere siquiera de un acceso local, que tampoco se tiene una dependencia absoluta de subvenciones municipales como sustento financiero único (o principal), y que trasciende a un alcance mundial llegando también hasta aquellos bejaranos que se vieron obligados a emigrar por haberles sido negado el futuro en su propia tierra natal.
Desde nuestro presente les estamos esperando en su futuro. Se sorprenderán con los adelantos conseguidos por la convivencia democrática y por las tecnologías del nuevo milenio.