PLATAFORMA EN DEFENSA DE ‘EL BOSQUE’ DE BÉJAR (PDBB)
Ya lo cantaba Julio Iglesias antes de emigrar a la Florida, pero no quisimos darnos por enterados. Confiados en que alguna vez –y acaso por milagro– la gestión de un BIC tan valioso como El Bosque de Béjar pudiera saldarse con eficacia e inteligencia, esperábamos el mejor trato de un Ayuntamiento progresista y de una renovada Dirección General de Patrimonio, pero parece que las cosas siguen el mismo derrotero que en tiempos de Enrique I el déspota y de Alejo I el sempiterno: incumplimiento de compromisos, dilaciones continuadas o ausencia de respuesta, ninguneo institucional, alergia a la participación ciudadana, política de hechos consumados (aunque tales hechos perjudiquen la integridad del BIC) y mucho gasto de dinero público sin orden ni concierto. Es decir, más de lo mismo para no resolver las cosas importantes y, por desgracia, enfilando una legislatura que se aventura tan fallida como la de Cipriano I el breve.
La lista de nuevos agravios es larga y se parece demasiado a la de tantas legislaturas anteriores, exactamente como vaticinaba Julio Iglesias en la tercera estrofa de su canción:
«Al final las obras quedan,
las gentes se van,
otros que vienen las continuarán.
La vida sigue igual»
Pero igual de mal: ¿qué habrá que hacer para merecer representantes políticos capaces de escuchar, de abrirse a colaboraciones, de cumplir lo prometido? Veamos.
INCUMPLIMIENTO DE COMPROMISOS A NIVEL LOCAL Y REGIONAL
Las relaciones con la alcaldesa actual eran, desde luego, prometedoras, pues entre septiembre de 2019 y principios de 2020 facilitó el acceso a planes y proyectos en curso y estuvo disponible para dos largas reuniones con representantes de nuestra Plataforma en fechas 27 de septiembre y 3 de enero, en las que escuchó nuestro parecer, nuestra crítica y nuestras propuestas, que le entregamos en forma de documentos escritos, planos y fotografías. En estas reuniones se comprometió a mantenernos informados de las decisiones que afectaran a El Bosque y a seguir facilitando la consulta de los proyectos, así como de concretar el coste de los mismos, extremos que, sin embargo, no se han cumplido a pesar de ser requerida con insistencia: nunca era el momento adecuado para responder y ahora nos enteramos de que algunos proyectos ya están en fase de ejecución (en concreto la obra de rehabilitación de la Casa del Bosquero y la restauración de la planta baja del Palacete con fines expositivos, además de dos intervenciones arqueológicas).
Con el nuevo Director General de Patrimonio sucede exactamente lo mismo. En fecha 25 de marzo, miembros de la Plataforma mantuvieron con él una reunión por videoconferencia en la que se le informó de toda la problemática relacionada con El Bosque, las reiteradas reivindicaciones del Grupo Cultural San Gil y de la Plataforma, el trato despreciativo de su predecesor, la falta de información y de respuesta institucional desde la Junta, el bloqueo a la participación ciudadana, etc., así como de diferentes propuestas que mejorarían ostensiblemente las actuaciones en el BIC. A pesar de sus reticencias a intervenir de forma decidida en la recuperación de El Bosque (se mostró partidario de actuaciones light, vaya usted a saber por qué), se comprometió a facilitar la participación ciudadana y a informar sobre planes y proyectos, pero los hechos demuestran que no es hombre de palabra: habiendo sido requerido en persona y por escrito, seguimos sin tener noticias de este señor cuando ya se realizan trabajos arqueológicos en la terraza del Jardín Romántico y obras en el Palacete.
CONSEJO ASESOR DE EL BOSQUE
Se trata de otro incumplimiento reiterado y contumaz desde que en 2001 fuera aprobado el Plan Director de El Bosque de Béjar y su Entorno, donde se recoge la creación de este Consejo Asesor con la participación de políticos, técnicos y expertos, pero queremos destacarlo de forma diferenciada de los incumplimientos anteriores por cuanto se partía de un compromiso conjunto mucho más reciente, publicitado en campaña electoral y asumido por todas las fuerzas políticas –excepto el PP– que concurrían a las elecciones locales de 2019. En fecha 18 de mayo, los representantes de PSOE, TAB, Ciudadanos y Entre todas Izquierda Unida, expresaron su acuerdo unánime para promover el cumplimiento del Plan Director y, en consecuencia, la creación de tal Consejo Asesor en las condiciones planteadas en 2001 (https://bejar.biz/partidos-
En este punto insistimos en que, desde la Plataforma, estamos en condiciones de generar propuestas y soluciones adecuadas y respetuosas con los valores del BIC, fundadas en un conocimiento profundo de su historia y de sus características y con el debido respaldo de expertos en materia de jardines históricos, por lo que nuestra aportación, siempre gratis et amore, debería ser tenida en cuenta por tales administraciones en las intervenciones actuales y futuras.
INTERVENCIONES EN CURSO Y PUNTOS CRÍTICOS SOBRE LAS MISMAS
En estos días y desde hace semanas, se vienen desarrollando dos intervenciones arqueológicas en El Bosque, una en la terraza de la Huerta (tramitada de forma irregular en la legislatura anterior) y otra en la terraza del Jardín Romántico, a cargo de la empresa GEA de Valladolid. Esperamos poder consultar las correspondientes memorias arqueológicas de una y otra tan pronto sean entregadas por sus redactores, aunque a fecha de hoy desconocemos los proyectos por los que han optado las administraciones propietarias en sus respectivas competencias (dada la opacidad de ambas instituciones); posiblemente los resultados arqueológicos obliguen a modificar tales proyectos, obligando a mayores desembolsos del escaso dinero público disponible: ¿no hubiera sido mejor hacer las cosas por su orden, primero las catas y después los proyectos?
También se está ejecutando la última fase de rehabilitación en la Casa del Bosquero (por cierto, con partidas presupuestarias duplicadas). Al margen de la ejecución defectuosa de la fase anterior –basada en un proyecto más que discutible–, se ha sustituido el pavimento original de la caballeriza de la casa por un anodino solado con baldosa cerámica: ¿no era bastante auténtico el empedrado antiguo como para tener que disfrazar el edificio con materiales impropios, o propios de terracita de chalé?
Pero la guinda la tenemos en la restauración de la planta baja del Palacete con fines expositivos:
–¿Se va a aprovechar la ocasión para practicar catas murarias y descubrir posibles decoraciones pintadas de los siglos XVI al XVIII, según planteamos a la alcaldesa? No nos referimos a las conocidas y maltratadas decoraciones ilusionistas del siglo XIX, cubiertas por dos capas de pintura por orden de no se sabe quién, pero aplicadas durante las funestas legislaturas de Alejo I después de 2002 (nuestra foto denuncia en https://bejar.biz/expolio-
–¿Se van a dejar vistas esas pinturas ilusionistas (y las otras más antiguas, si se diera el caso), o se van a cubrir completamente con socorridas placas de Pladur? De nuevo, se preferirá ocultar lo auténtico para disponer de un lienzo en blanco en el que mostrar no se sabe qué entelequias.
–¿Se va a perforar el muro de separación entre la sala principal y la cochera para crear una puerta de acceso?, ¿se ha tenido en cuenta la diferencia de cota entre ambas piezas, superior a dos metros?, ¿se les ocurrirá localizar el vano original o preferirán gastar de lo nuestro para romper un muro de mampostería de 1,25 m de espesor?
APERTURA VERANIEGA DE EL BOSQUE
Ni las intervenciones en curso ni la situación sanitaria pueden servir de excusa para impedir el acceso público al BIC en las partes no afectadas por ellas, pues se trata de un derecho ciudadano inalienable que se desarrolla en un espacio al aire libre: permítase el disfrute público de inmediato.
Todo cuanto aquí decimos queda en el tejado del nuevo Director General y de la alcaldesa bejarana. Ambos son los responsables de cumplir aquello a lo que se comprometieron. Ambos pueden enderezar la situación y evitar males mayores, por acción u omisión, contra este valioso BIC. Ambos pueden dejar de comportarse como hicieron sus lamentables predecesores para, según dijera Manuel Gómez-Moreno en 1946, devolver a este lugar sus rústicas galas y situarlo en el puesto que merece de nuestro Patrimonio. Ambos, quizá, seguirán perdiendo el tiempo, pero quieran o no son aquí la pieza clave: y lo saben..