La Plataforma de Defensa de El Bosque de Béjar (PDBB) viene recordando desde hace tiempo que los monumentos están para el disfrute ciudadano, «y que es necesario que El Bosque se abra con horario estable y razonable durante seis días a la semana». «Pese a nuestra lógica insistencia, no conseguimos que quien tiene la llave de la puerta del BIC nos haga caso», aseguran.
Después de un dilatado de cierre por obras, según fuentes municipales por la seguridad de los visitantes, El Bosque se viene abriendo desde el verano pasado cuatro días y medio a la semana y eso con limitaciones de acceso importantes. El BIC se abre de modo gratuito los miércoles por la mañana, y previo pago de la cuota establecida de jueves a domingos en sesiones de mañana y tarde. La conveniencia de este horario, que se recibió como un alivio respecto del habilitado a principios de verano, de un solo día a la semana, no ha sido justificado por nadie. Entendemos que si cuatro días y medio a la semana se han considerado por el Ayuntamiento como mejores que uno solo, también será mejor el horario de seis días semanales frente a de cuatro y medio días, porque dan más posibilidades de disfrute de la villa renacentista. El Bosque se merece más y los bejaranos y visitantes foráneos también, porque, sencillamente, el monumento es único en España.
La apertura durante cuatro días a la semana no es suficiente, y además la puerta realmente se abre solo unos minutos cada día. La persona que cobra las entradas hace también de guía y explica el BIC a los visitantes, por lo que tiene que ocuparse simultáneamente de la puerta de entrada y de dar las explicaciones pertinentes en el recorrido de la visita. El resultado es que de jueves a domingo se abre varias veces en períodos de unos diez minutos cada hora, lo que supone menos de treinta minutos por la mañana y otros tantos por la tarde. Es decir, la puerta solo está abierta para los visitantes durante menos de una hora por cada día de pago.
Lo lógico sería que una persona hiciese de guía y otra diferente de guardia de la puerta, con una vigilancia efectiva del BIC durante la semana, recuperándose así la función del bosquero, como ha venido reclamando la PDBB.
Respecto de los días de apertura, exigimos, una vez más, que sean seis a la semana, de martes a domingo, con un día de descanso semanal, como es habitual en monumentos y museos. En cualquier caso, ¿no merece El Bosque recibir la mayor atención por parte del Ayuntamiento y que éste lo colocara a la cabeza de su lista de prioridades?
Hay que recordar que este período en el que EB está entre- abierto, desde agosto para acá, sigue a dilatados períodos de cierre por obras, que el Ayuntamiento ha dicho que era para seguridad de los visitantes, por si alguno se lo quería creer. Por la seguridad de los visitantes, dicen, se cerró durante la mayor parte del año 2016 y desde noviembre de 2017 hasta el pasado mes de julio. Este cierro cuando quiero y entre abro cuando me da la gana, son manifestaciones de nuestro autócrata Alcalde, que considera su propiedad privada «la finca», como a él le gusta llamar a El Bosque.
Esta carencia de sentido de servicio público en el cuidado y gestión de El Bosque y el sustraerlo al disfrute ciudadano, atentan contra los derechos reconocidos en convenios internacionales sobre la función del patrimonio cultural en sociedades democráticas. Así la Convención de Faro, Portugal, de 2005, reconoce en su artículo 4a que todas las personas, por separado o en grupo, tienen el derecho al disfrute del Patrimonio cultural y a contribuir a su enriquecimiento. En el Art. 4c se precisa que el ejercicio a ese derecho de disfrute en una sociedad democrática solo puede ser limitado por la protección del interés público y la de los derechos y libertades de otras personas.
¿Lo entiende el Sr. Alcalde de Béjar? Es lo que le llevamos pidiendo durante muchos años. El Bosque abierto seis días a la semana, con un bosquero y un guía de servicio, es lo que el monumento y los ciudadanos se merecen.