- La escuela rural es un lugar donde la innovación pedagógica es cotidiana
Un año más, desde la Federación de ampas de centros públicos de Salamanca junto con el Ampa Los Jarales, el Ampa Los Alfareros y el Ayuntamiento de Tamames; se ha organizado el Encuentro en Defensa de la Escuela Rural con el objetivo de unir opiniones, reflexiones, inquietudes y propuestas que ayuden a empoderar a la escuela rural. Desde los protagonistas del Movimiento de Renovación Pedagógica hasta la experiencia de escuelas premiadas y la opinión de las familias, docentes y sindicatos se ha coincidido en reivindicar:
– La escuela rural es un lugar donde la innovación pedagógica es cotidiana. Con el apoyo institucional daría lugar a espacios de referencia educativa.
– La formación del profesorado debe estar orientada a este potencial y a las propias características de esta escuela.
– Ello posibilitaría la creación de proyectos específicos que necesitarían de la estabilidad del profesorado. En este momento no se cuenta con ella, con lo que resulta complicado afianzar logros. Supondría un elemento facilitador que el acceso del profesorado se pueda ligar a un proyecto de varios años o a la formación de un equipo de trabajo.
– La escuela rural no necesita un patrón urbano para su diseño. Su especificidad exige una legislación concreta que atienda no a sus carencias si no a sus virtudes, haciendo real lo posible.
– La autoestima colectiva del contexto rural también va a tener como apoyo importante el orgullo de su escuela.
– La cercanía de las familias y del propio contexto facilita la participación y el apoyo directo, enriqueciendo aún más los aprendizajes.
– Dicha participación debe ser atendida también en los Consejos Escolares y registrada en sus reuniones, dando muestra del trabajo y reflexión que implica, porque participar es un derecho y también una obligación. Si somos conscientes de ello se crearán las redes de apoyo necesarias para enriquecer nuestras escuelas.
– Generar asambleas de la Comunidad Educativa, donde docentes, familias y alumnado puedan ir construyendo pasos para conseguir mejorar juntos su centro educativo, puede ser una buena estructura de participación.
Un ejemplo de todo lo expuesto es la movilización que las familias de La Sierra de Francia están realizando para reivindicar los estudios de Bachillerato en su instituto. Solo el convencimiento de la necesidad que sus adolescentes tienen de formarse en su contexto, que lo aprovechen al máximo, que deseen invertir sus aprendizajes en él, hacen que las trabas administrativas y el desaliento mostrado por las instituciones no impliquen un rendimiento. Todos tenemos derecho a la educación, a la mejor educación y esto nunca puede estar condicionado por el lugar en el que vives. Y no solo hablamos de recursos, si no de intención política, administrativa y de inversión para conseguir que cualquier adolescente pueda concluir sus estudios sin estar condicionado por un viaje de dos horas diarias, por las condiciones metereológicas o por la capacidad familiar de un traslado para acompañarle. Desde FEDAMPA queremos mostrar nuestro total apoyo a la movilización de las familias de La Sierra de Francia porque son el reflejo de cada una de las conclusiones alcanzadas en el III Encuentro. Con ella demuestran que no se están quejando sino de protestando, ya que sus argumentos son derechos que se han de escuchar y atender. Y por ese orden. No queremos campañas publicitarias llenas de intenciones preelectorales, si no decisiones que poco a poco den a las familias y a sus hijos la posibilidad de crecer de manera plena en su contexto de vida.
La fuerza de las familias y su participación ha de ser aprovechada y debemos reconocer la labor que en muchos casos realizan por y para sus centros educativos. Por esta razón, la Federación diseñará el IV Encuentro con el objetivo de mostrar experiencias concretas donde descubramos todo ello y así celebrar los logros que la colaboración de toda la comunidad educativa va alcanzando.