- Marisa Díaz: «El director médico llamó al taxista, personalmente, le ordenó que viniese inmediatamente a Béjar esa misma tarde y cogiese todas las pancartas y las llevase a Salamanca»
Poco después de conocerse que el SACYL confiscaba las pancartas para la concentración reivindicativa en defensa del hospital Virgen del Castañar de Béjar, los socialistas hicieron público un comunicado exigiendo «a los responsables una inmediata explicación a lo sucedido, que a primera vista parece una violación flagrante de los derechos individuales y sindicales de los trabajadores del hospital».
De igual forma, Tú Aportas Béjar (TAB) hizo lo propio al mediodía de hoy. En la nota se indicaba su «indignación sobre la retirada y confiscación de pancartas elaboradas para la manifestación de mañana miércoles en defensa de la sanidad de Béjar y comarca. La Dirección del Complejo Hospitalario no tiene un plan definido para nuestra zona».
Posteriormente, desde el propio consistorio bejarano se exponía el apoyo unánime de todos los partidos componentes de la corporación: «Desde el Ayuntamiento de Béjar se informa que todos los grupos políticos municipales de Béjar, Ciudadanos (Cs), Tú Aportas Béjar (TAB), Partido Popular (pp) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE), apoyan la manifestación del miércoles 31 de marzo de 2021 en defensa del Hospital “Virgen del Castañar” y están a favor del derecho de libertad de expresión».
Por su parte, la portavoz de la PDSP, Marisa Díaz, ha explicado cómo sucedieron los hechos con detalle: «En ningún momento se han puesto en contacto con la plataforma. Nunca nos han pedido que sacásemos de allí las pancartas. El director médico llamó al taxista, personalmente, y le ordenó que viniese inmediatamente a Béjar, esa misma tarde, cuando casi no hay personal hospitalario y pidiera la llave de la sala de parkinson o mandase forzar la cerradura y cogiese todas las pancartas y las llevase a Salamanca (por cierto, esa sala llevaba más de un año sin limpiar y la plataforma tenía permiso de la Asociación para usarla). A estas alturas de la película ¿a quién quieren engañar? Las pancartas tenían que desaparecer a un día y medio de la próxima concentración, con presencia de la televisión, porque reclamaban los servicios y los derechos que ellos niegan, recordaban las peticiones de los pacientes y ponían en evidencia la injusticia y su incompetencia. Que triste que, con la que está cayendo se cierre un hospital y todo un director médico se ocupe de sustraer pancartas con reivindicaciones justas y legítimas, en lugar de procurar que se disminuyan las listas de espera y que el personal a su servicio no se vaya a otras comunidades porque sus condiciones de trabajo y sus contratos son precarios. Para apropiarse indebidamente de material reivindicativo, no hace falta pagar el sueldazo que seguramente tiene este señor. Cualquier chorizo de la calle lo haría por menos dinero y con más arte»