Después de más de 30 años de espera, la Junta de Castilla y León ha aprobado finalmente la correcta delimitación del Bien de Interés Cultural (BIC) Jardín Histórico El Bosque de Béjar y su Entorno de Protección.
Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) el pasado lunes 19 de mayo (https://bocyl.jcyl.es/boletines/2025/05/19/pdf/BOCYL-D-19052025-19.pdf), atiende a las insistentes solicitudes del Grupo Cultural San Gil y otras entidades de defensa del patrimonio.
La necesidad de esta delimitación se remonta a la entrada en vigor de la Ley del Patrimonio Histórico Español (LPHE) de 1985, que establece la figura del Entorno de Protección como una obligación legal para todo inmueble declarado BIC. Este entorno, una zona de transición con restricciones sobre edificación y usos, busca garantizar la integridad de los bienes monumentales y evitar perjuicios urbanísticos, ambientales y de contemplación.
Desde 1995, el BIC-Jardín Histórico El Bosque de Béjar contaba con una delimitación de su entorno que, según el Grupo Cultural San Gil, era «completamente errónea e incoherente» con los valores del conjunto. Alegaciones presentadas en 1994 por el Grupo Cultural San Gil y otras organizaciones fueron rechazadas en su momento, a pesar de que el propio «Plan Director de El Bosque de Béjar y su Entorno» (aprobado en 2001 por la propia Junta) ya recogía la propuesta ahora aceptada. Esta situación ha provocado graves afecciones urbanísticas en el entorno del BIC, con la construcción de bloques de viviendas, equipamiento asistencial y naves industriales que han deteriorado las vistas y la relación paisajística de la villa de recreo.
La Consejería de Cultura ha rectificado su postura, dando la razón a las asociaciones que han defendido este BIC-Jardín Histórico desde 1992. La nueva delimitación se ajusta a lo solicitado hace décadas, incluyendo una franja exterior de entre 50 y 500 metros de anchura alrededor de la cerca perimetral del BIC, además de la protección expresa de la regadera de abastecimiento de agua desde la Garganta del Oso, su camino de servicio y el ramal oriental. Aunque se considera una delimitación adecuada, el Grupo Cultural San Gil y la Plataforma para la Defensa de El Bosque de Béjar (PDBB) han presentado alegaciones sobre pequeños detalles en parcelas limítrofes en el sector noreste.
Este largo proceso, que ha tomado a la Junta de Castilla y León más de tres décadas para una «sencilla decisión administrativa que no requería de inversión o coste alguno», plantea interrogantes sobre la agilidad y responsabilidad de las administraciones en la protección del patrimonio.