JOSÉ MUÑOZ DOMÍNGUEZ
En vez de enmendar las calamidades cometidas durante la etapa del incumplidor Enrique Saiz como Director General de Patrimonio, los nuevos responsables de la Junta perseveran en el error de mantener al frente de los trabajos al mismo arquitecto que ha causado graves daños en el BIC, premiándole con una exposición en el Museo de Salamanca y empleando para ello fondos europeos que pagamos entre todos.
Desde la Plataforma para la Defensa de El Bosque de Béjar (PDBB) y el Grupo Cultural San Gil se insiste en denunciar las actuaciones mal planteadas y peor ejecutadas en El Bosque en los últimos años, y en particular la errónea recuperación del invernadero y el miserable jardincillo del espacio norte del palacete, diseñado por el arquitecto José Carlos Sanz Belloso con formas y acabados nada impropios de un bar de carretera, pero absolutamente improcedentes en un BIC-Jardín Histórico. La responsabilidad de estas y otras actuaciones no sólo son imputables a quien las ha proyectado y ejecutado, sino, sobre todo, a quienes tomaron la decisión de encargarlas y sufragarlas con cargo a fondos públicos: el anterior alcalde de Béjar, Alejo Riñones Rico, y el Director General de Patrimonio anterior, Enrique Saiz Martín, cuya gestión no podría haber sido más nefasta.
CONSEJO ASESOR
Tanto la PDBB como San Gil han dirigido innumerables escritos e informes a los responsables de ambas administraciones para evitar la consumación del desastre, pero han sido sistemáticamente ignorados con el habitual ninguneo y el cómodo silencio administrativo en el que vienen instalándose nuestras instituciones, perfecta prueba de irresponsabilidad administrativa, de falta de transparencia y de desprecio por el administrado. Estos hechos son tanto más graves cuanto que, de acuerdo con el Plan Director de El Bosque (2001), ha de constituirse un Consejo Asesor en el que estén representadas las administraciones competentes, los técnicos, los expertos en Jardines Históricos y en El Bosque y un miembro del Grupo Cultural San Gil. La medida no sólo es oportuna –puesto que la Dirección General de Patrimonio carece de tales expertos–, sino necesaria para evitar la ejecución de proyectos tan mal planteados como los que hasta la fecha se vienen perpetrando contra el BIC, casi todos firmados por Sanz Belloso.
El nuevo Director General de Patrimonio, Gumersindo Bueno Benito, debe constituir de inmediato este Consejo Asesor (entre otros asuntos pendientes) y tomar en consideración los informes de expertos recabados por las asociaciones denunciantes, cuyo papel ha sido clave para que El Bosque no se haya convertido en un conjunto de urbanizaciones o para activar intervenciones de urgencia, como la reparación de las cubiertas.
NUEVOS PROYECTOS QUE AMENAZAN LA INTEGRIDAD DE EL BOSQUE
Si los contribuyentes conocieran los nuevos proyectos que pretenden ejecutar las dos administraciones, de nuevo con cargo a fondos públicos europeos, sin duda se echarían a temblar. Expertos en arquitectura del paisaje, en Historia de los Jardines y en El Bosque (entre ellos la paisajista Consuelo Martínez-Correcher) han presentado informes muy críticos con estos nuevos proyectos cuya ejecución puede causar graves daños en la terraza de la Huerta y en la alameda axial (a fecha de hoy desconocemos el proyecto para la terraza del jardín romántico, pero, conocidos los antecedentes, se puede esperar lo peor). En octubre pasado, estos informes negativos fueron entregados personalmente a la actual alcaldesa de Béjar, Mª Elena Martín Vázquez, con el encargo de que los tomara en cuenta y se los trasladara al Director General de Patrimonio. Ignoramos si la alcaldesa ha hecho tal cosa o han acabado en la papelera: todavía esperamos algo más que gestos de nuestros representantes públicos en relación con la adecuada recuperación de El Bosque de Béjar, que desde luego requiere suspender la ejecución de estos proyectos (por cierto, encargados por el anterior alcalde sin mediar las garantías de concurso público) y la redacción de otros nuevos por expertos acreditados en la restauración de Jardines Históricos.
No es posible que un bien cultural tan frágil y valioso se deje en manos del mismo arquitecto que ha causado en él tan graves daños, y que además se le premie con una exposición propagandística para maquillar o esconder las deficiencias de gestión de las administraciones titulares.