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Lee su discurso como nuevo miembro del Centro de Estudios Bejaranos José Ignacio Díez Elcuaz

En el salón de plenos del ayuntamiento de Béjar José Ignacio Díez Elcuaz dio lectura a su discurso de ingreso como miembro numerario del Centro de Estudios Bejaranos en la mañana de ayer.

Acompañado por amigos, familiares y compañeros, el acontecimiento se revistió de la solemnidad que requiere este tipo de actos académicos, que siempre están abiertos al público. Mediante este acto un miembro no numerario se convierte en numerario y de pleno derecho según los estatutos vigentes.

Lo abrió la presidenta del Centro, Josefa Montero García, dando la bienvenida a los presentes y expresando sus condolencias en nombre del CEB a los familiares del recientemente fallecido ex alcalde de Béjar, Ángel Calvo Meirama. No en vano, recordó, durante su mandato y con particular empeño por su parte se creó el Centro de Estudios Bejaranos en 1992, habiéndose aprobado los estatutos un año antes. A continuación explicó el desarrollo del acto que iba a tener lugar a continuación.

Cedió entonces la palabra al alcalde de Béjar, Luis Francisco Martín Hernández, quien expresó también su pesar por el recordado Ángel Calvo Meirama y dio la enhorabuena al CEB por su trabajo desinteresado en favor del conocimiento del pasado y de la cultura que realiza de manera continua. Después el vicepresidente del CEB, Antonio Avilés Amat, leyó el fragmento del acta del pleno ordinario de 13 de junio de 2020, en que se aprobó la entrada de José Ignacio Díez Elcuaz en el Centro como miembro no numerario.

Tras estas breves líneas, Josefa Montero García dio paso a José Ignacio Díez Elcuaz, quien procedió a la lectura de su discurso de ingreso. Cada miembro elige su forma de hacerlo, ya bien sea leyendo el texto íntegro de su trabajo o resumido, acompañando la explicación o la lectura por medio de imágenes. En este caso, el tema elegido fue La transformación urbana del Castañar en la primera mitad del siglo XX. Los orígenes del turismo de verano en Béjar, que nos explicó por medio de diapositivas.

La elección de Béjar como lugar de veraneo fue impulsada a partir de 1911 con la fundación del Sindicato de Iniciativas Turísticas y de Veraneo por Lino Rodríguez-Arias Bustamante. La asociación estaba formada por particulares que buscaban el fomento y la construcción de chalets de recreo y casas de alquiler dispersas por el monte y otros lugares cercanos a Béjar, además de las visitas organizadas de foráneos. A partir de 1912 comenzó a tener resultados positivos con la connivencia del consistorio bejarano. Así comenzó la construcción de pequeñas casas de campo como segunda residencia a la vez que se alquilaban otros espacios de las mismas. Al tiempo se edificaron colonias de mayor cabida como la Colonia Castrillón o Madrileña. Las villas bejaranas concentraban una gran afluencia de visitantes a lo largo de las estancias veraniegas, fomentando el Ayuntamiento la conducción de agua potable o la red eléctrica, mientras las distintas asociaciones organizaban eventos culturales.

José Ignacio Díez Elcuaz ha ido estudiando, dentro de ese contexto, los distintos edificios existentes, creando un primer catálogo de los mismos para crear una conciencia de preservación como elementos imprescindibles de nuestro patrimonio arquitectónico.

Es preceptivo que un miembro elegido por el discursante elija a un compañero para realizar la contestación a su discurso, que en este caso fue Carmen Cascón Matas. Por último, Josefa Montero García pronunció unas palabras dando la enhorabuena a José Ignacio Díez Elcuaz por su trabajo de investigación y procediendo simbólicamente a su ingreso en el Centro con la imposición de la insignia que luce un roble con una filacteria con el lema A vetustate robur.

Además de familiares, compañeros y amigos, nos acompañó en este acto el diputado Antonio Cámara López. El texto del discurso de ingreso de José Ignacio Díez Elcuaz ha sido editado y está en venta en librerías.

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