- La mayor parte de la acción transcurre en el Madrid de los años 60, en plena dictadura franquista
| CARMEN CASCÓN MATAS & ENRIQUE GARCÍA PERIÁÑEZ |
Organizar la presentación de una novela de Luis Roso, escritor natural de Moraleja (Cáceres) pero afincado en Béjar, no era un acto inédito para el Centro de Estudios Bejaranos. De hecho, el escritor había participado activamente en dos actividades nuestras: en enero de 2021 salía a la luz su último libro, Durante la nevada, y ante la imposibilidad de hacerlo presencial por la pandemia, optamos por grabar un vídeo en una estancia especial de la Colección “Valeriano Salas”, en la botica de la Farmacia de Agero, que posteriormente colgamos en nuestro Canal Youtube. En él descubrimos el maravilloso dueto que forman el cacereño y el periodista Ignacio Coll Tellechea. Pero es que hace ahora un mes, ahora como presentador, acompañó a Luis García Jambrina en la presentación de dos libros al tiempo en Béjar, Muertos S.A. y La doble muerte de Unamuno.
Luis Roso volvía a representar el papel de autor en la puesta de largo de su última novela: Todos los demonios. Su interlocutor no era otro, de nuevo, que Ignacio Coll Tellechea. El escenario casi el mismo. De nuevo el convento de San Francisco, aunque en este caso nos trasladamos desde el museo al claustro en primer lugar, para grabar un vídeo corto, y después a su salón de actos. Y ya no estábamos solos y encerrados en un espacio sin público, sino que el escritor se veía rodeado por sus lectores.
El diálogo entre los dos a propósito de la novela estuvo plagado de reflexiones, pero no sólo sobre el argumento de Todos los demonios, sino del Madrid de los años 60 en que transcurre la mayor parte de la acción, de la dictadura franquista, de los hábitos en la investigación de homicidios en aquella época, de la atracción que ejerce sobre nosotros el mal, de los nazis que huyeron a España y que luego saltaron a países latinoamericanos, de un personaje histórico que aparece en la novela, el dirigente nazi Otto Scorzeny, y también del propio autor. Esta es la tercera novela dedicada al inspector Trevejo, un nombre que le viene del castillo de Trevejo en el pueblo de Villamiel, muy cerca del lugar de procedencia del autor.
Ignacio Coll Tellechea, en amena conversación, desveló la conexión bejarana de este libro, pues no en vano ha sido escrito en más del 70% en Béjar. Y además descubrió que parte de la acción transcurre en Salamanca y en otros pueblos de la provincia como Vitigudino, Ciudad Rodrigo, Navasfrías e incluso cita a Béjar en alguna ocasión. También se recordó el fugaz paso por nuestra ciudad de Ernest Hemingway, pues el protagonista de la novela, el inspector Trevejo, se llama Ernesto por el escritor estadounidense.
No se dejó de lado la intensa actividad cultural de Roso en su pueblo. En agosto organizó el Festival de Novela Negra “Gata Negra”, movilizando los consistorios de varios pueblos del norte de Extremadura y de la raya con Portugal, convocando a escritores de la talla de Lorenzo Silva, Víctor del Árbol, Mikel Santiago o Luis García Jambrina entre muchos otros. También se reflexionó sobre la novela negra y de misterio en el panorama literario actual, desvelando el autor que, si bien el inicio de Todos los demonios es de novela negra, luego se trueca en novela de espías al introducirse su protagonista en la malla del espionaje internacional de los años 60 en el que no faltaban los americanos, los rusos y los israelíes.
Luis Roso nos develó que está trabajando en otro libro, en este caso de investigación y ensayo sobre un crimen que sacudió a la provincia a principios del siglo XX, y en el que aparece también un bejarano. Además nos prometió, si así lo piden sus lectores, la vuelta de Trevejo en una nueva aventura. ¿Volverá? ¿Se lo pedimos con nuestras lecturas?