- La PDBB ha emitido un comunicado opinando sobre los proyectos presentados para actuar en la finca renacentista
Comunicado íntegro de la Plataforma para la Defensa de El Bosque de Béjar:
Un proyecto aprobado por la Dirección General de Patrimonio de Castilla y León amenaza con causar graves daños en la terraza de la Huerta, primer espacio de jardín del sistema aterrazado axial de esta villa de recreo renacentista única en España. Para mayor vergüenza, el proyecto se incluye en la iniciativa «Jarcultur», financiada con fondos europeos del FEDER a través del programa transfronterizo Interreg V: sería extremadamente grave causar daños sobre un Bien de Interés Cultural con el dinero público aportado por todos los europeos.
En 2019 fue presentado un proyecto para este mismo espacio de la Huerta de El Bosque, redactado por el arquitecto José Carlos Sanz Belloso (felizmente desestimado), que habría creado problemas similares al que un año después presenta la Administración regional, tan fuera de lugar como el anterior (y ya es difícil), redactado por el arquitecto Valeriano Sierra Morillo, que constituye la amenaza actual.¿Un proyecto en diferido en forma de simulación, al estilo Cospedal?
El nuevo proyecto no sólo no resuelve la recuperación de la Huerta, cuya solución se deja para la implantación de otro proyecto más a medio plazo, con los correspondientes sobrecostes, sino que consume casi el doble de lo presupuestado para dejar vacío el espacio de la terraza, sembrándolo de simple césped, y acumulando a su alrededor la habitual colección de chatarra contemporánea: artefactos de acero en forma de puertas opacas y canales colgados de uno de los muros, pavimentos de lajas de granito, escaleras, cascadas, «pasos-puente», «estancias-mirador», emparrados metálicos, armarios de instalaciones, etc. El arquitecto defiende un «criterio de actualidad» de imposible aplicación a un Jardín Histórico y olvida (intencionadamente) que se trata de un espacio renacentista en el que se ha documentado un jardín-huerto del Renacimiento, pues también ignora (deliberadamente) la documentación conocida, la bibliografía básica sobre el tema y las decenas de trabajos específicos publicados sobre El Bosque de Béjar, lo que le conduce a una interpretación personal de la villa, despreciando las especies vegetales documentadas e introduciendo otras a capricho devaluando así el área de intervención y justificando su jardincillo moderno y banal: restaurar un BIC-Jardín Histórico es anteponer su historia a cualquier otra consideración como oportunamente dirán los expertos.
Toda la chatarra de Sierra Morillo y sus justificaciones ahistóricas no pueden tener cabida en la recuperación de la Huerta de El Bosque: seguramente serán bien recibidas en cualquier parque moderno, particular o público, pero nunca en un Jardín Histórico, cuyas intervenciones se rigen por criterios diferentes de los de la restauración del patrimonio arquitectónico y, en este caso particular, además, por el específico Plan Director de El Bosque de Béjar y su Entorno (aprobado en 2001 por el mismo Órgano Competente que ahora acepta el inadecuado proyecto de Sierra Morillo). Pues bien, en dicho Plan no se dice nada de canales y puertas de acero a la moderna, ni de cascadas, escaleras, «pasos-puente», «estancias-mirador», armarios ni otra suerte de chatarra, sino, literalmente, de «conocer las estructuras y diseños de las huertas, con el objeto de poder reconstruir y/o restaurar las huertas tal y como se concibieron en la construcción de la finca de El Bosque», «encontrar la estructura y diseño de los cuarteles que formaban las huertas a lo largo de la historia de El Bosque», «descubrir las especies hortícolas que constituían las huertas», «determinar el futuro diseño de las huertas según fueron», «establecer los parterres y cuarteles de las huertas en el terreno», «plantar las especies precisas para reconstruir las huertas mediante la plantación manual de todo tipo de hortalizas, setos, arbustos y árboles frutales», «establecer el sistema de riego tradicional en las huertas mediante las acequias existentes en la actualidad y a partir de los resultados obtenidos en los estudios arqueológicos», «actuaciones que mantengan un jardín de hortalizas con riego, por ejemplo, mediante sistemas clásicos, como acequias y riegos por inundación, etc.».
Para nuestras administraciones públicas no importa lo que establecen las leyes ni la normativa aplicable, ni tampoco las afecciones sobre el BIC: alteraciones y artefactos que menoscaban la apreciación del bien dentro de su entorno, que alteran su tipología, su morfología y su cromatismo perturbando su contemplación y, consecuentemente, su correcta interpretación, en contra de las expresas prohibiciones de la Ley del Patrimonio Cultural de Castilla y León (LPCCyL, 2001).
En fin, ya ven en qué tipo de caprichos y daños contra el Patrimonio se gasta el dinero de los contribuyentes, en este caso del conjunto de los europeos: ¿deberían seguir recibiendo fondos públicos del FEDER las administraciones promotoras, Junta de Castilla y León y Ayuntamiento de Béjar? La administración europea, ¿no debería de controlar como se llevan a cabo los proyectos que subvenciona?