- Reseña sobre la conferencia de José María Hernández Díaz, catedrático de Historia de la Educación en la USAL y ex presidente del CEB
| CARMEN CASCÓN MATAS & ENRIQUE GARCÍA PERIÁÑEZ |
El catedrático de Historia de la Educación de la Universidad de Salamanca y ex presidente del Centro de Estudios Bejaranos, José María Hernández Díaz, pronunció su conferencia titulada “El Casino Obrero de Béjar, un espacio de sociabilidad y cultura para el siglo XXI” en la tarde del sábado 27 de noviembre. Esta ponencia se enmarcaba dentro del ciclo “Casino Obrero de Béjar: 140 años ofreciendo cultura (1881-2021)” con el que el Casino Obrero, en colaboración con el CEB, festejan el cumpleaños de esta institución señera en la ciudad.
El acto comenzó con unas breves palabras de Antonio Avilés Amat, miembro del CEB y vicepresidente del mismo, haciendo hincapié en el currículum y extensas publicaciones que adornan la labor investigadora del ponente y en la forma en que conoció a Hernández Díaz en los años ochenta a través de su libro Educación y sociedad en Béjar durante el siglo XIX y después personalmente a través del Centro como compañeros.
Posteriormente José María Hernández Díaz recordó como había sido introducido en las claves históricas, sociales y económicas de Béjar en los años 70 de la mano de Juan Belén Cela, una población que conocía desde su infancia gracias a la proximidad con respecto a su lugar de origen. Esa semilla plantada por el luego alcalde de Béjar, decantó al joven a estudiar en profundidad su pasado y dio sus frutos tanto en su primer trabajo de investigación Educación y sociedad en Béjar durante el siglo XIX como, posteriormente, en sus estudios sobre el Casino Obrero y sobre la figura del filósofo y educador don Nicomedes Martín Mateos. De hecho, la publicación de cabecera hasta la actualidad sobre esta institución bejarana que roza los 150 años sigue siendo El Casino Obrero de Béjar (1881-2006). Instrucción, Moralidad y Recreo, salida precisamente de su mano.
Su intervención, plagada de profundas reflexiones, llevó a los presentes a analizar el presente del Casino Obrero en su contexto de ciudad en decadencia, de mundo basado en la virtualidad y en el consumo rápido, en una sociedad marcada por el consumismo, la internacionalización y la pérdida de valores y de espacios de sociabilidad. En este contexto, comentó, es muy difícil que el Casino, una institución de la revolución industrial, sobreviva si no se realizan profundos cambios. La pasividad o el inmovilismo le llevarán a la catástrofe en muy pocos años. Se necesita, por tanto, una junta y un equipo fuerte que sepa mirar hacia el futuro barajando premisas como la integración de grupos minoritarios como emigrantes o LGTBI, el fomento de nuevas actividades, la atracción de socios mediante nuevas acciones, la búsqueda de financiación externa y la muy difícil transformación de los estatutos para dar paso a una junta directiva que esté funcionando al frente de la institución durante al menos cuatro años. El Casino debe ser un reflejo y un altavoz para Béjar, un ámbito de debate sobre la ciudad y un lugar donde los nuevos proyectos basados en la continuidad a la vez que en la modernización tengan cabida.
Hondas reflexiones las de José María Hernández Díaz que sirven, no solo para la fluidez en la andadura del Casino y en su supervivencia, sino también aplicables a la situación de atonía y de movimiento de inercia pasiva y desalentadora de Béjar.
Al finalizar los asistentes entablaron una amena charla sobre las actuaciones a realizar en el Casino Obrero, sobre su continuidad y el remedio para que esta institución cultural perviva otros 140 años.