- «Al PP bejarano no le interesa La Covatilla, sino tapar sus responsabilidades»
Así de contundentes se han mostrado desde CxByC en un comunicado, a raíz de las críticas vertidas por el PP ante el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y los propietarios de El Tremedal, y donde se indica que «Riñones se gastó más de 64.000 euros de nuestros impuestos en unos pleitos perdidos de antemano».
COMUNICADO ÍNTEGRO
Cercana ya la Navidad y con las cumbres nevadas, se reproduce en Béjar el famoso cuento de Charles Dickens, con el Sr. Riñones en el papel de Scrooge. Ahora que se ha llegado a un acuerdo, acusa al equipo de gobierno de presunta prevaricación y quiere seguir discutiendo lo que le han negado con rotundidad con tres sentencias judiciales firmes, una de ellas de la Audiencia Provincial de Ávila, y después de gastar más de 64.000 euros de nuestros impuestos en unos pleitos perdidos de antemano.
Es muy grave que quien ha dilapidado dinero público en costas judiciales y abogados, ha contratado a dedo, ha eludido obligaciones fiscales, ha decidido presupuestos de personal a su criterio, ha suscrito contratos de imposible cumplimiento y, según parece, ha camuflado partidas presupuestarias; pueda hablar de presunta prevaricación. Cuando un gestor o funcionario público toma decisiones injustas o arbitrarias, está prevaricando. Si se ocasiona un perjuicio económico a los caudales públicos, hay malversación. Si se lucra o beneficia de algún modo, incurre además, en el delito de cohecho. Que lo estudie el Sr. Riñones, porque, a lo mejor, le va ha hacer falta.
Pretende, además, convencernos de que es un mal acuerdo. A pesar de que se recuperan seis pistas, en las cotas más altas donde más tiempo permanece la nieve y que permiten el descenso ininterrumpido de todo el desnivel, con longitudes balizadas de entre 2,2 y 2,6 km., además de una esplendida ladera de varias hectáreas para la práctica del “free-ride”; lo que es una evidente mejora del dominio esquiable, tanto desde el punto de vista cuantitativo como de calidad de descenso. Pero Alejo, gran experto en nieve como tiene demostrado a lo largo de estos últimos cuatro años, se atreve a afirmar que no hay más que piedras y que los terrenos arrendados carecen de interés para el esquí. Lo dice el promotor de la pista-aparcamiento.
Pero hay más, cuando Don Alejo presenta sus cuentas sobre lo que va a costar este acuerdo, bordando su papel de avaro prestamista, se olvida de que los forfaits de temporada, en realidad, no suponen gasto alguno para el ayuntamiento, ya que su coste es cero, pues, en todo caso, las instalaciones, remontes y pistas han de estar disponibles para una capacidad de aforo cercano a las 3.500 personas entre esquiadores y visitantes (tras este acuerdo, pues antes era menor). Estos forfaits, no podrán venderse o traspasarse, pues son nominativos para los 24 co-propietarios, en función del porcentaje de cada cual, lo que limita su posibilidad de uso. También podríamos pensar que si alguno de esos forfaits se llega a utilizar, se alquila un equipo, se contrata una clase y se compra un bocadillo, se generarían varios ingresos.
En cuanto a los gastos, el actual gobierno municipal no ha gastado decenas de miles de euros en abogados, pero ha recuperado, entre otras cosas, las mejores pistas. Durante cuatro temporadas no había esas pistas, pero los abogados nos costaron mucho más que el coste total del actual alquiler hasta 2025. Estas son las cuentas de verdad.
Sigue habiendo más. Cuando el Sr. Riñones pretende seguir discutiendo sobre los límites de la finca y su presunta vinculación con los términos municipales, es como si quisiera hacer música soplando en un contrabajo. Pero sigue insistiendo. No le basta con lo que le han restregado varias veces, con pago de las costas, en los juzgados. Aún así, el acuerdo, como se ha dado a conocer, incluye la facultad de aclarar todos los extremos que, al respecto, puedan surgir sin perjuicio de ninguna de las partes; pudiendo acreditar ante los tribunales, tanto el Ayuntamiento de Béjar como el de Navacarros, cualquier derecho que consideren propio.
Al PP bejarano no le interesa La Covatilla, así lo ha demostrado su presidente y portavoz. Su único interés, es camuflar las graves responsabilidades que tienen pendientes tras su nefasta gestión y no duda en echar las culpas a otros, decidiendo que su mejor defensa es ponerse al ataque e intentando camuflar, con embustes, sus errores. Lo que consigue con ello, sin embargo, es poner de relieve lo evidente. Solo así se explica que afirme y sostenga que las más de 80 has., que se han arrendado, puedan pertenecer al ayuntamiento. Si así lo cree ¿por qué no las ha reclamado y se acababa la historia? Es de locos, Don Alejo sigue sin enterarse, o querer enterarse, que una cosa son los términos municipales y otra diferente los límites de las propiedades, que pueden situarse en más de un término municipal.
En este caso no hay acuerdo, como consta en el acta de 1983, en la línea límite entre La Hoya, Navacarros y Solana. Seguramente es oportuno que esto se resuelva, pero no cambiará en absoluto los límites de la propiedad. En un estudio sobre el origen de estas fincas, se constata que todas ellas proceden de las propiedades de la Casa Ducal en la sierra, que se fueron segregando, vendiendo, transmitiendo y repartiendo por herencia en diferentes etapas a lo largo de los dos últimos siglos. Es razonable pensar que los límites actuales correspondan a los pactos entre compradores y vendedores para salvaguardar servidumbres de paso, acceso a pastos para el ganado, fuentes o cursos de agua. Así se explica la existencia de un amplio pasillo en cumbre para mejor conducción del ganado junto al Canchal Negro, o en una franja que corta la pista natural del mismo nombre.
En el colmo del cinismo, para poner la guinda, Don Alejo critica al nuevo gobierno por no producir nieve o no pisar la que ha caído. Si no se empeñara en recordárnoslo, a lo mejor no nos hubiéramos acordado de que él dejó la estación hace sólo seis meses y nada funcionaba, como todo Béjar sabe. Su gestión, durante cuatro temporadas, ha multiplicado y agravado todos los problemas pendientes, con un elevado coste económico que ha salido de nuestros impuestos. Pero él, aún se atreve a sacar pecho, cuando debería ponerse colorado por la chapuza, por ejemplo, de la ampliación del aparcamiento en fuerte rampa, que es una excelente pista para trineos pero fatal para que los coches no se caigan cuesta abajo o puedan salir, cuando hay nieve o hielo.
Ojala que todo esto termine como en el cuento de Dickens, es decir, bien. Y que el Sr. Scrooge, acabe siendo bueno. Deseamos feliz Navidad a toda la ciudadanía y, de manera especial, a nuestros antagonistas, como Don Alejo, para que relean el cuento y se esfuercen en sumar, en vez de restar, a partir de ahora. Todos saldremos ganando, incluido él, pues dejaría de ponerse continuamente en evidencia.