- Importante aumento de pacientes y presión asistencial, agotamiento de las enfermeras y pérdida de efectivos
El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Salamanca enciende las luces de alarma ante la situación presente y futura de los servicios de pacientes críticos en esta nueva oleada de COVID-19, ya que al importante aumento de pacientes y presión asistencial se une el agotamiento de las enfermeras, pérdida de efectivos y la ausencia de profesionales formadas en esta área asistencial.
A día de hoy, la ocupación de la UCI con pacientes COVID es de un 73%, siendo la ocupación del resto de UCIS muy elevada debido a la recepción por parte de las mismas de pacientes críticos negativos con diversas patologías, a los que se suman los propios de su unidad.
Desde el Sindicato de Enfermería se ha reivindicado constantemente desde el comienzo de la pandemia la necesidad de reforzar las plantillas de enfermería y la adecuada previsión por parte de las gerencias y direcciones ante la evolución de los contagios, en todos los servicios hospitalarios y en el caso de los enfermeros y enfermeras de cuidados intensivos aún más si cabe, ya que ha sido un colectivo que se ha mostrado como pilar fundamental en la asistencia a los pacientes críticos en la primera oleada.
Los profesionales de enfermería de intensivos se encuentran física y emocionalmente agotados, sin tiempo de recuperación tras la primera oleada y con un porcentaje de bajas laborales que alcanza el 16% en estos momentos.
Según SATSE, es fundamental cuidar a estos profesionales ante la presión y el volumen asistencial presente y futuro mediante condiciones laborales adecuadas y el respeto a los descansos de los mismos. El trabajo y la profesionalidad de las enfermeras y enfermeros de servicios críticos es indiscutible y encomiable y tanto gerente como Dirección de Enfermería deben dar un paso adelante en este sentido.
SATSE reclama de manera urgente un proyecto de formación de enfermeras y enfermeros en este perfil asistencial para reforzar y garantizar la cobertura de aquellas incidencias que pudieran surgir en los servicios de intensivos y el bienestar físico y psicológico de los profesionales, proyecto que el Sindicato ya había solicitado hace varios meses tras finalizar el estado de alarma.