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Última ponencia sobre el ciclo de conferencias del aniversario del Casino Obrero de Béjar

  • Pedro Ojeda Escudero y el origen de los ateneos

| CARMEN CASCÓN MATAS & ENRIQUE GARCÍA PERIÁÑEZ

El broche de oro al ciclo de conferencias “Casino Obrero de Béjar: 140 años ofreciendo cultura (1881-2021)” lo puso el profesor de Literatura de la Universidad de Burgos y miembro del Centro de Estudios Bejaranos, Pedro Ojeda Escudero, en la tarde del sábado 4 de diciembre. Su conferencia se titulaba “El diálogo en la construcción de España. La fundación del Casino Obrero” y el acto estaba abierto al público como en otras ocasiones.

            Nuestra presidenta, Josefa Montero García, fue la encargada en esta ocasión de presentar al conferenciante y aprovechó esas palabras para agradecer al Casino la excelente disposición para hacer posibles nuestras actividades, resaltando la buena armonía que ha existido en la organización, puesta en marcha y transcurso de este ciclo de conferencias que ha sido posible por la excelente sintonía entre ambas instituciones culturales bejaranas.

            Pedro Ojeda Escudero centró su ponencia en el papel que los ateneos culturales han tenido como lugares de debate en la construcción de España, retrotrayéndonos al siglo XIX, a la década de los años 30 y a las primeras instituciones que surgen en el ámbito de la burguesía para servir como lugares de discusión y reunión a la vez que de divertimento y ocio. Sin embargo, no será hasta los años 70 de la centuria cuando comiencen a salirse del ámbito de los clubes privados al modo inglés y de los espacios burgueses para ir englobando a otros sectores sociales como los profesionales liberales. En este sentido se intentó primar la moralidad y la instrucción en estos espacios de sociabilidad controlados por la burguesía liberal, espacios que, si incluyen el juego, se van denominando también casinos. En este grupo se englobaría el Casino Obrero de Béjar, pues aunque lleva la coletilla de obrero estaba controlado por la burguesía liberal. No en vano, fue fundado por hombres de ciencia y letras como el filósofo Nicomedes Martín Mateos, Juan García Nieto o Luis Caballero Noguerol, todos ellos profesores de la Escuela Industrial de Béjar. En realidad los ateneos o casino obreros surgen para dar voz a los grupos obreros que habían estado marginados en el panorama político y social español durante todo el siglo XIX, y a los cuales tenía un miedo atroz la burguesía detentadora del poder.

            Ojeda no se quedó en la mera exposición histórica, sino que también planteó el problema de la supervivencia del Casino y de las posibles medidas a tomar como punto integrador de la sociedad, intentando atraer a los jóvenes, que van a ser al fin y a la postre los futuros socios del ateneo, con actividades lúdicas adaptadas a los nuevos retos.

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