La DOP Sierra de Salamanca inicia la vendimia tras un ciclo de extremos
- Con la variedad rufete y una previsión de menor producción, pero con uvas de gran calidad
La vendimia ha comenzado oficialmente en la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Sierra de Salamanca, dando inicio a una campaña marcada por los contrastes climáticos y una prometedora calidad de uva. La primera recolección se ha realizado en el municipio de Garcibuey, con la variedad autóctona rufete, y se espera que en los próximos días se generalice la actividad en las 17 bodegas adheridas a la denominación.
Este 2025 ha estado condicionado por un invierno y una primavera inusualmente fríos, lo que provocó un retraso histórico en el inicio del ciclo vegetativo. Las temperaturas medias de los primeros cinco meses del año han sido significativamente más bajas de lo habitual, lo que afectó a la brotación de las viñas. Sin embargo, el verano seco y abrasador, con varias olas de calor —especialmente en agosto—, permitió recuperar el ritmo habitual de maduración.
Pese a las condiciones climáticas adversas, la viña presenta un excelente estado sanitario. Apenas se han registrado casos puntuales de mildiu y, afortunadamente, la comarca ha esquivado las heladas, granizadas e incendios que han golpeado otras zonas vitivinícolas de Castilla y León.
En cuanto al rendimiento, se prevé una producción más baja que otros años, consecuencia directa de un verano extremadamente seco: desde mediados de julio hasta finales de agosto no ha llovido absolutamente nada. Sin embargo, este descenso en cantidad viene acompañado de una notable mejora en la calidad, ya que las uvas muestran una elevada concentración frutal y una acidez equilibrada. Esta resistencia al calor y a la sequía se atribuye, en gran parte, a la edad de los viñedos, de los que más del 80 % superan los 60 años, con raíces profundas capaces de soportar condiciones extremas.
“Nos daban miedo estos 15 días que hemos tenido de calor muy fuerte y, sobre todo, de temperaturas muy altas durante la noche, pero parece que las cepas han aguantado bien y tenemos esperanzas de obtener una vendimia de mucha calidad”, ha señalado el director técnico de la D.O.P., Miquel Udina.
Como es habitual en esta denominación situada en el suroeste salmantino, la vendimia será larga y escalonada, condicionada por la variedad de altitudes (entre 400 y 1.000 metros), orientaciones y tipos de suelo. Esta diversidad marca el ritmo de maduración de las variedades autóctonas, como la rufete y la rufete serrano blanco, así como de otras tradicionales como el tinto aragonés (tempranillo) y el calabrés (garnacha).
Con estos primeros cortes, la Sierra de Salamanca inicia una vendimia que, aunque menos abundante en kilos, promete ser excepcional en calidad, un dato clave para seguir posicionando sus vinos entre los más singulares del panorama vitivinícola nacional.

