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Editorial 487 | Después de la masacre de animales en El Bosque, celebramos San Antón

Cartel San Antón 2019

Hasta esta redacción ha llegado que el alcalde de Béjar, Alejo Riñones, trató de justificar la masacre de los ciervos en El Bosque con un pueril e insustancial pretexto: Todos somos unos hipócritas porque el matadero mata mil cerdos y comemos filetes de cerdo, y porque nos quejamos por ver matar a un animal.

Ya sabéis, somos unos hipócritas porque comemos filetes. Y ya sabéis, sólo hemos visto matar a un animal. Según Riñones, los vídeos de la salvajada en El Bosque donde se vieron matar a varios ciervos son producto de vuestra imaginación.

Habla Riñones de hipocresía y seguramente tendrá el cinismo (él y/o los concejales de su equipo de Gobierno del PP) de celebrar San Antón (con una ‘santa misa’, procesión y bendición de los animales) apenas unos días después de ese exterminio. Eso no sería hipocresía, ¿verdad?.

Animales que duplican o triplican el número ofrecido como aceptable por el concejal

Romero Castelani no le va a la zaga. En declaraciones a la Cadena Ser aseguró que esa ‘carnicería’ se realizó debido al número elevado de ejemplares de ciervos, insistiendo en que «el fin de tener animales en El Bosque es tenerlos (sic), pero no masificar El Bosque de una cierta clase de animales». Hasta ahí, todo bien. Pero resulta que luego empezó a enunciar los animales que supuestamente hay en El Bosque y lo que consideraba como un número aceptable de cada especie: «Como hay 3 ó 4 ovejas, como hay 2 ó 3 burros, como hay un pony…».

Nosotros contamos hasta 9. Y esto es sólo una fotografía, desconocemos si hay más.

Nosotros contamos hasta 6. Y esto es sólo una fotografía, desconocemos si hay más.

En ambos casos se triplica el número ofrecido por el concejal como aceptable para esos animales. ¿Hacemos otra montería, arrasamos con las ovejas y los burros, y así celebramos San Antón por todo lo alto? O Romero no sabe contar, o ignora la realidad de El Bosque, o pretende engañar a los bejaranos.

La misteriosa autorización

Se les llena la boca para decir que tenían la autorización pertinente, pero ¿alguien la ha visto?, ¿por qué no enseñan la famosa autorización?, ¿es acaso un secreto de Estado?, ¿dónde la tienen escondida?, ¿Acaso la guardan junto al hallazgo histórico ‘descubierto’ hace unos meses?

Javier Tendero Marcos, representante de la Federación Provincial de Caza de Salamanca, asegura que «la autorización del Servicio de Medio Ambiente para el control poblacional era en la modalidad de aguardo o espera y para ello se disponía de un mes para abatir los ejemplares, con lo cual si es verdad que se ha realizado una montería, esta aparenta haber sido ilegal».

A ver si resulta que sí tenían una autorización para una determinada modalidad pero luego hicieron de su capa un sayo aniquilando indiscriminadamente a esas presas, dejando a los perros matarlas a mordiscos y rematándolas a machetazos.

Por cualquiera de las cuestiones planteadas, y sumando los motivos expuestos en el Editorial 486, las dimisiones de Romero y Riñones deberían ser fulminantes por una mínima decencia política.

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