El pestilente hedor a precampaña electoral del PP en Béjar
ROBERTO SÁNCHEZ | Bejarano de a pie preocupado por su ciudad
El pestilente hedor a precampaña electoral, descaradamente lanzada hace unos meses por Riñones y compañía (PP) de cara a los próximos comicios municipales, llega hasta los confines de la Vía Láctea.
Para muestra, un botón:
La Junta de Castilla y León (Alejo y Puri fueron procuradores en las Cortes de Castilla y León durante 5 legislaturas [16 años el primero y 4 años la segunda]) ha ignorado a la estación de esquí bejarana, no sólo durante los años de gestión directa por parte del Ayuntamiento, sino también durante los años en los que Gecobesa intentaba luchar por sacarla adelante. Ahora, nos anuncian una dotación de 3 millones de euros (a descontar del Plan de Reflotación de la imagen del PP, perdón de Reindustrialización). La Covatilla lleva en marcha desde 2001, desde hace 17 años, ¿y se dan cuenta ahora?
Y el propio Alejo, arrastrado por la euforia de cifras, dice que los bejaranos pagarán otros 500.000 euros más.
Hemos pasado de no invertir ni un solo euro en infraestructuras para La Covatilla por parte de la Junta y del Ayuntamiento, a vernos con 4,5 millones en tan sólo 9 días (del 25 de noviembre al 4 de diciembre) si sumamos además el millón de euros prometido también por la Diputación de Salamanca. ¿Casualidad?
Para muestra, dos botones:
A descontar del Plan, vendrá un millón para la Universidad.
Ahora Béjar por fin podrá aspirar a tener un mini-mini-mini campus tecnológico, o no, tras haber perdido la gran oportunidad de albergar todo un macro parque científico como el de Villamayor. El 12 de febrero de 2004 la Universidad de Salamanca y el Ayuntamiento de Villamayor suscribían una declaración para favorecer el desarrollo estratégico de la institución académica.
El parque científico de Villamayor, donde no hay ni tan siquiera Universidad, cuenta con 800 puestos de trabajo. ¿Quién gobernaba entonces con mayoría absoluta Béjar, Castilla y León, y España? Alejo Riñones (PP), Juan Vicente Herrera (PP) y José María Aznar (PP).
Esa fue una extraordinaria ocasión desaprovechada por Béjar en 2004.
Para muestra, tres botones:
La maquinaria propagandística subvencionada por el equipo de Gobierno del PP nos había vendido a bombo y platillo la inversión de una empresa en un “proyecto de biomasa” en Béjar. 1,2 millones de euros y la creación de 110 puestos de trabajo, decían. Llega Alejo y sentencia: “Esto no es un proyecto de biomasa, ES UN PROYECTO DE EXPLOTACIÓN INTEGRAL DE LOS MONTES”. Es decir que, como mínimo, van a talar árboles de montes bejaranos en 6.000 hectáreas al año por un periodo de 25 años sin que hasta ahora se halla firmado ningún acuerdo, sin que hasta ahora se haya presentado ningún proyecto ni al Ayuntamiento ni a la Junta, sin que hasta ahora haya tenido lugar ninguna reunión con los propietarios privados de la zona, sin que hasta ahora exista ningún informe de los inversores o de las administraciones públicas, etc.
Para muestra, cuatro botones:
El Ayuntamiento de Béjar firma un convenio de colaboración, mediante decreto de Alcaldía, con una empresa valenciana constituida 34 días antes de suscribir el acuerdo municipal, cuyo objeto social no coincide con el objetivo marcado en el convenio, que requería unos terrenos de 10.000 metros cuadrados, la bonificación de los impuestos, y la concesión de una subvención sin importe fijado previamente.
Eso sí, las obras deberían comenzar 5 meses antes de las elecciones y el proyecto debería presentarse antes del 30 de octubre de 2018. ¿Dónde está ese proyecto? Se ha disipado como una neblina matinal de otoño.
Para muestra, cinco botones:
¿Dónde está el camping que nos presentaron hace más de un año, cuya declaración de impacto ambiental fue favorable en marzo, y está sin ejecutarse? Tendremos que esperar a estar cerca de mayo.
Para muestra, seis botones:
¿Dónde están las obras de la estación de autobuses, prometidas desde octubre de 2015, que iban a comenzar en primavera del 2018 y ahora se saca a contratación el proyecto? Tendremos que esperar a estar cerca de mayo.
Para muestra, siete botones:
Si por esta iluminación navideña nos han cobrado lo mismo que el año pasado, con un Belén, más luces, árboles encorsetados y demás, tendría que dimitir el responsable por haberse dejado engañar en 2017.
Para muestra, ocho botones:
Asfaltado de calles que no se han llevado a cabo en 20 años y ahora corre prisa. Esperemos que sean tan rápido en pintar los pasos de cebra como se dieron para colorear la Zona Azul.
Etc, etc, etc.