La herencia de Alejo y el PP: El Plan de Rescate (pero hay futuro)
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ CELADOR | Secretario General de la Asamblea Socialista Bejarana y Concejal del Grupo Municipal Socialista
Anda nuestro alcalde las últimas semanas sacando pecho por las esquinas por haber conseguido para nuestra ciudad lo que él llama un “Plan de Reindustrialización” histórico. Puede llamarlo como quiera, pero la realidad solo es una, y lo explicó claramente la Consejera de la Junta de Castilla y León en su “presentación”. Se trata de un Plan de Rescate destinado a las zonas más deprimidas de la geografía autonómica: las Cuencas Mineras y Béjar. No quiero decir con esto que sea rechazable. Muy al contrario. Bienvenido sea.
Vamos a pasar por alto el hecho innegable de que la inclusión de Béjar en el Plan derive de una propuesta del Grupo Socialista en las Cortes de CyL. Vamos a soportar que, debido a la cerrazón de los promotores a escuchar al tejido social de Béjar, la distribución de los fondos sea, a mi juicio, un grandísimo error, ya que destina todos los fondos líquidos a La Covatilla, como si su funcionamiento fuera el cervantino Bálsamo de Fierabrás que todo lo cura. Pero de recibir con los brazos abiertos el Plan a sentirse orgulloso de él va un abismo. Un abismo de veinticinco años, veinte de los cuales esta ciudad ha estado gobernada por el Partido Popular, al igual que la Junta de Castilla y León.
Aunque puedo entender que el Sr. Alcalde y su Partido se sientan orgullosos. Han estado veinte años “trabajando” por ello. Estoy seguro que no de forma deliberada, pero sí de forma absolutamente errónea. Sus políticas de gobernar con el único objetivo de volver a gobernar han agravado sobremanera la terrible situación de nuestra ciudad. Su visión a cortísimo plazo, su cicatería, su negativa a escuchar cualquier sugerencia, su prepotencia… Todo ello ha contribuido de forma decisiva a hacernos acreedores del “premio” del Plan de Rescate. Buen trabajo. Objetivo cumplido. Esta es su herencia, después de veinte años.
Pero el Sr. Alcalde, al que su permanencia de tantos años en la poltrona ha convencido de que es el dueño y señor de la ciudad, tiene otra visión, que se concreta en dos premisas, según él: Todo lo bueno se debe a su gestión, y todo lo malo se debe, a partes iguales, a los socialistas (Zapatero incluido) y la otra mitad al maestro armero. De la despoblación, de ser la ciudad con mayor paro de toda Castilla y León, del declive del comercio, del éxodo de la juventud, de la sensación de tristeza… De todo eso él no sabe nada. Pero él (y solo él) ha construido una fuente en La Corredera con chorritos de colores. Muy triste.
Por eso el objetivo prioritario de cara al futuro debe ser acabar con esa desesperanza, con esa sensación de fatalidad. Porque aún hay jóvenes, aún hay niños, aún hay personas con ganas de cambiar el futuro y voluntad para hacerlo. Aún hay recursos naturales, aún hay patrimonio. Aún hay razones para gritar bien alto… ¡¡¡HAY FUTURO!!! A por ello.