Salamanca | Dos conductores circulaban a 223 y 226 km/h en la Autovía A-62
- Y otros 9 iban entre 175 y 206 km/h
El día 22 de septiembre de 2021, aproximadamente a las 10:00 horas el Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de la Salamanca tuvo conocimiento que varios vehículos de alta gama y con matricula británica circulaban a altas velocidades por la A-62 (Burgos-Portugal), en dirección Portugal.
Por este motivo se diseñó rápidamente un dispositivo de control de velocidad en la A-62 a la altura del término municipal de Fuentes de Oñoro con el objeto de detectar y notificar las infracciones de velocidad que presuntamente se estaban cometiendo. De esta forma se consiguió detectar la circulación de 11 vehículos a velocidades entre 175 y 226 km /hora, los cuales fueron todos interceptados en la finalización de la Autovía.
Esta rápida actuación ha permitido la identificación y notificación de denuncias por exceso de velocidad a 9 conductores de nacionalidad británica así como la dtención de otros 2 conductores por la presunta comisión de delitos contra la seguridad vial, al circular a velocidades de 223 y 226 km/hora, cuando la velocidad de la vía se encuentra limitada a 120 km/h,
instruyéndose las correspondientes diligencias las cuales fueron remitidas junto con los detenidos al Juzgado de Guardia de Ciudad Rodrigo. Los vehículos, todos modelo GT-R, pertenecían a un Club Automovilístico de Nissan, los cuales cruzaban la península ibérica con destino Lisboa.
Todo conductor al volante debe ser consciente de que debe circular siempre a una velocidad aconsejable a las características de la vía y a las circunstancias existentes y en cualquier caso no superar nunca las velocidades genéricas o específicas de la carretera.
En caso de frenada y/o maniobra brusca debe poder controlar y detener el vehículo en la menor distancia posible, acción que logrará haciéndolo a la velocidad que se determina en cada momento, minimizando las posibles consecuencias en caso de sufrir un accidente de circulación. Este tipo de acciones negligentes y arriesgadas no solo ponen en peligro la integridad de otros usuarios de la vía, sino la propia vida y la de las personas que viajan en el vehículo.