Riñones no aumenta las ordenanzas, pero advierte que “las próximas corporaciones se verán obligadas a subirlas”
- No pasarán por Pleno este año porque no se han cambiado “ni una letra ni una frase”
Según ha dado conocer el Ayuntamiento, “no se subirán en el 2019 ningún impuesto, tasa municipal o precio por servicios públicos en Béjar”.
Se indica desde el Ayuntamiento, textualmente, que “de este modo, se acumulan varios años sin ningún aumento”. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Por ejemplo:
- En 2011, de las 37 ordenanzas de entonces, el PP incrementó el IPC interanual para 2012 en las correspondientes a las empresas que realizan la prestación de servicios directos.
- En 2012, de las 38 ordenanzas de entonces, el PP aprobó subir para 2013 un total de 7 aplicando el 2’4% del IPC interanual.
- En 2013 el PP aprobó un aumento de 8 ordenanzas fiscales para 2014, incrementando el IPC (2,9%) en 4 correspondientes a servicios externalizados, y en otras tantas “porque el índice de cobertura es muy alta y hay que tratar de igualarla”.
- En 2015 el PP aprobó mantener los precios para 2016, sin tener en cuenta que las fluctuaciones de estos tributos se establecen en base al IPC interanual, y el de ese año había sido negativo (un -0,9%).
- En 2016, de las 44 ordenanzas de entonces, se modificaron 6 para 2017, y además: Se estableció para el recinto ferial una tasa de 0,16 euros/m2 y día para las instalaciones hosteleras, y de 3,15 euros/m2 y día para el resto de establecimientos comerciales; un incremento del 567% en el precio de las compulsas; una subida de 300 euros para las celebraciones de bodas en dependencias municipales como el Centro Municipal de Cultura, o El Bosque y en el uso del teatro Cervantes; y una nueva para el uso la sala-bar del pabellón municipal.
La congelación de las ordenanzas fue una iniciativa que comenzó hace 3 legislaturas con el equipo de Gobierno socialista de Cipriano González. En 2010 se aprobó esa congelación de las Ordenanzas Fiscales previstas para 2011, sin que las tasas dependientes de manera directa del Consistorio sufrieran variación alguna con respecto a las cuantías de 2010. Ni siquiera se aumentó el porcentaje anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) por segundo año consecutivo ya que tampoco se incrementó en 2010.
El alcalde de Béjar, Alejo Riñones (PP), manifestó que es complicado mantener este nivel de no subida de impuestos, e incluso llegó a advertir en la pasada sesión plenaria extraordinaria celebrada el 25 de octubre: “Las próximas corporaciones, en las próximas legislaturas, esté el que esté, se verá obligado a subir los impuestos, a subir las ordenanzas. Y yo,… luego vendrán las quejas en ese sentido como ya sucedió en otro tiempo”.
Recordemos que el propio Riñones fue muy crítico con la congelación de las tasas llevada a cabo por los socialistas en su momento.
El regidor bejarano no especificó las posibles causas de ese futuro aumento impositivo a los bejaranos vaticinado por él mismo, ni descartó que pudiera deberse a un mayúsculo desembolso de dinero público durante este último año (Entre otros: 150.000 euros en fiestas, más de 110.000 euros en una nueva fuente, 15.000 euros en una bandera, 90.000 euros en retribuciones a los concejales del PP, 300.000 euros pendientes de devolver al CSD, y los innumerables viajes de los ediles del PP por España y Portugal).
Riñones, aseguró que no será necesario ni el debate ni la aprobación en sesión plenaria de estas ordenanzas municipales, porque no se cambiará “ni una letra y ni una frase”.
Finalmente, resaltó el descenso de la deuda, que él mismo heredó de su propia legislatura anterior (2011-2015), y cuya reducción total per cápita ya comenzó también con el gobierno socialista (2007-2011) en base a los datos oficiales del Ministerio de Hacienda.