Sofocado el fuego en la Sierra de Béjar y reducido el riesgo en La Garganta
- Varias zonas periurbanas de Hervás siguen evacuadas
Tras diez días de intenso trabajo, el incendio declarado en la localidad cacereña de Jarilla muestra signos claros de control, especialmente en la Sierra de Béjar donde se ha detenido el avance del fuego tras el trabajo acometido por las brigadas forestales y los medios aéreos, así como por las condiciones atmosféricas favorables.
La situación también mejora en el vecino Valle del Ambroz, aunque de forma más desigual. Algunos focos permanecen activos, pero se han evitado evacuaciones adicionales. En concreto, la localidad de La Garganta, cuya evacuación se valoró durante la noche, finalmente no tuvo que ser desalojada. Los vecinos pasaron la noche en tensión, pendientes de la evolución de un fuego que parecía acercarse peligrosamente.
No obstante, el operativo continúa siendo de gran envergadura. Varias zonas periurbanas de Hervás siguen evacuadas, al igual que algunas viviendas aisladas en los términos municipales de Tornavacas, Navaconcejo, Jerte y Cabezuela del Valle. La garganta de Los Papúos se encuentra fuera de peligro, disipando la amenaza de un posible “efecto chimenea” que habría podido intensificar la propagación de las llamas. El balance provisional es significativo: Más de 16.780 hectáreas calcinadas y un perímetro afectado de 164 kilómetros.
Durante las últimas horas, los esfuerzos de los equipos de extinción se han centrado en labores de refresco, esenciales para prevenir reactivaciones. La complicada orografía del terreno ha dificultado el acceso terrestre a varias zonas, lo que ha obligado a reforzar el despliegue aéreo. Se suman más de veinte medios aéreos a las tareas de control, en una operación que involucra a 481 efectivos, 26 unidades de bomberos forestales, 19 aeronaves y ocho unidades de maquinaria pesada.
La prioridad sigue siendo garantizar la seguridad de la población y evitar la reactivación del incendio, que ya se perfila como uno de los más devastadores de la temporada en Extremadura. Las autoridades mantienen activos todos los protocolos de emergencia y continúan evaluando los daños, mientras se espera que las condiciones meteorológicas no compliquen aún más las tareas de extinción.

