Editorial 490 | «Béjar, el último rincón de España»
Se ha hecho viral, y si no les ha llegado a nuestros usuarios aquí les damos la posibilidad de verlo, una pieza de vídeo grabado durante la emisión de la entrevista a Irene Lozano en Televisión Española (TVE) donde se refiere a Béjar como «el último pueblo, el último rincón de España».
Y sí, aunque nos fastidie, así nos ven desde fuera. Algún redactor de este digital puede dar verdadera fe de ello.
Hay quien se ha sentido ofendido por esta afirmación y otros resignados ante la cruda realidad. Ni unos ni otros tienen toda la razón.
No tienen toda la razón los ofendidos porque, si bien es cierto que Béjar era una ciudad floreciente, con un pasado histórico, una recia industria textil, referente de toda una orgullosa comarca y con una población de 17.949 habitantes en 1970: ESO ES PASADO.
La crisis de la industria textil hizo estragos sin duda alguna, y todos nuestros sucesivos gobernantes fueron incapaces de ofrecer alternativas de futuro ante la que se nos venía encima. No previeron la inmensa profundidad del abismo abierto ante nuestros ojos.
Béjar optó por cambiar de gobernates en 1995. Votó por mayoría absoluta a Alejo Riñones (PP) como alcalde de la ciudad textil.
Lejos de prosperar, desde entonces y durante 20 años de gobierno (casi continuos salvo la legislatura socialista 2007-2011), su gestión se ha encargado de ir hundiendo a Béjar de manera más insondable aún.
¿Ejemplos? Tenemos varios. Ciñéndonos simplemente a las cifras económicas de sus dos últimas legislaturas (2011-2019), y sin contar de manera ventajista con la tasa de paro (que llegó a ser del 37,55% en julio de 2013), podemos tomar como ejemplos la acuciante despoblación, el incremento de la emigración al extranjero y el absoluto desplome del mercado inmobiliario:
- La despoblación continúa: 260 habitantes menos en un año. El 47,42% de la pérdida total de población en las dos últimas décadas se concentra a partir de 2011, coincidiendo con la vuelta del PP al gobierno de Béjar.
- Los bejaranos emigrantes en el extranjero aumentan en 224 desde julio de 2011.
- El censo de electores residentes en Béjar se reduce en 1.181 personas desde que el PP retornó a la Alcaldía (agosto 2018).
- Las transacciones inmobiliarias de viviendas nuevas se desploman desde que Riñones retornó a la Alcaldía
Por otro lado, los resignados tampoco tienen toda la razón porque, aunque estemos a puntito de recibir la extremaunción, se tiene una última posibilidad de comenzar a revertir esta situación e impedir el próximo rigor mortis.
Han de saber que el 52,68% de los bejaranos no votaron al PP en 2015. Riñones está gobernando con mayoría absoluta debido a la ‘dichosa’ Ley D’hont, por la que se desecharon cerca de 400 votos (el 5,5% del total) porque 2 partidos no lograron el porcentaje de corte para el reparto de concejales. Por tanto, se podría decir que el PP está gobernando ‘gracias’ a la gran disgregación del voto en el resto de partidos (sobre todo de izquierdas).
¿Qué pasaría si los demás partidos se unieran, o si alguno no se presentara, o si hubiera alguna otra candidatura más? Es una hipótesis que podremos, o no, resolver el próximo 26 de mayo de 2019.
Según nuestros estudios estadísticos, aunque el PP continuaría ganando con un 28,92%, se desplomaría en un 18,40% respecto a las elecciones municipales de 2015 y perdería la mayoría absoluta. Resulta muy significativo el aumento de Cs, convirtiéndose en la fuerza política clave para gobernar en la ciudad textil, y también es notable el incremento del PSOE.
Como decía Albert Einstein: «Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo». Si queremos que Béjar no siga siendo considerada como «el último rincón de España», está única y exclusivamente en nuestras manos.
Hay alternativas a este rumbo directo al naufragio, muchas y muy variadas. Que cada uno responda según su concienda: ¿Tenemos realmente lo que nos merecemos, o es hora de un cambio de 180º?