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El mayor peligro del incendio de Jarilla está ahora en el Valle del Jerte

  • En Béjar se mantiene activa la vigilancia, pero se ha descartado por ahora un riesgo inminente

El incendio forestal de Jarilla, declarado el pasado jueves en el norte de Cáceres, ha superado ya las 15.000 hectáreas calcinadas, convirtiéndose oficialmente en el mayor registrado en Extremadura desde que existen datos. Aunque el foco inicial se encontraba más cerca del límite con Salamanca, la evolución del fuego ha cambiado en las últimas horas: El mayor peligro se concentra ahora en el Valle del Jerte, donde las llamas avanzan sin control, alimentadas por el viento y la orografía abrupta de la zona.

El flanco norte del incendio, el más activo desde el inicio, ha perdido fuerza, mientras el frente este se desboca ladera abajo hacia poblaciones como Navaconcejo, Jerte y Tornavacas. Durante la noche del domingo al lunes, se evacuaron varias viviendas diseminadas y se confinó a más de 300 personas en Hervás. En total, ya son más de 2.000 los desalojados. La situación en el Jerte es crítica porque el fuego ha descendido rápidamente por la vertiente y amenaza zonas de gran valor ecológico, como las gargantas y bosques de castaños que caracterizan este valle.

La dirección del incendio, confirmada por el Plan Infoex, el Ministerio de Transición Ecológica y medios sobre el terreno como las BRIF y la UME, obliga a concentrar medios en Extremadura. Actualmente, más de 500 efectivos, 14 medios aéreos y 30 unidades terrestres trabajan de forma ininterrumpida en el Valle del Jerte, donde las condiciones del terreno y las rachas de viento de hasta 50 km/h dificultan cualquier intento de estabilización. Los técnicos reconocen que el fuego se mueve de forma errática y que buena parte del perímetro es inaccesible.

Mientras tanto, en la comarca de Béjar, a pesar de la cercanía inicial del incendio, la situación se ha estabilizado. La amenaza directa se ha reducido, aunque el humo sigue afectando a la ciudad y su entorno, especialmente Candelario y Puerto de Béjar. El Ayuntamiento de Béjar mantiene activa la vigilancia, pero ha descartado por ahora un riesgo inminente. El cambio en la dirección del viento, que en días anteriores empujaba las llamas hacia la Sierra de Béjar, ha desviado el fuego hacia el este, alejándolo del territorio salmantino. En Béjar, se recomienda a la población seguir las indicaciones de Protección Civil, evitar la exposición al humo y estar atentos a la evolución del incendio. A pesar de la mejora relativa en esta zona, la alerta sigue vigente.

Desde la Junta de Castilla y León, se mantiene un operativo de observación aérea y preparación logística, por si el frente norte volviera a reactivarse. Las autoridades insisten en que la prioridad ahora es contener el fuego en zonas habitadas del valle, y evitar que atraviese nuevas divisorias montañosas. El incendio de Jarilla, con un perímetro de más de 140 kilómetros, sigue siendo catalogado como de nivel 2 de peligrosidad, y se encuentra lejos de ser controlado. Los próximos días serán clave, dependiendo en gran medida del comportamiento del viento y de la humedad relativa del terreno.

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