Presentada la ‘La canción del molino’, de Begoña Ruiz Hernández
- Con tres mimbres fundamentales: Una mujer, la España rural y la transición
| CARMEN CASCÓN MATAS & ENRIQUE GARCÍA PERIÁÑEZ |
El salón de actos del Casino Obrero se llenó de público para disfrutar de la presentación de un nuevo libro dentro del programa “Otoño entre libros” organizado por el Centro de Estudios Bejaranos. Esta vez se trataba de una novela, en este caso la segunda novela de su autora, Begoña Ruiz Hernández, natural del pequeño pueblo de Ávila cercano a Béjar, El Losar del Barco.
El acto comenzó con las palabras de presentación de la presidenta del CEB, Josefa Montero García, quien agradeció a la junta directiva del Casino Obrero su amabilidad a la hora de prestarnos un emplazamiento con años 140 de historia y con mucha tradición literaria. Asimismo ofreció unas pinceladas de los currículums de los intervinientes, tanto de la autora, Begoña Ruiz Hernández, como de su acompañante, el miembro del Centro de Estudios Bejaranos y de su junta directiva Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo. Y recordó que en el año 2016 Ruiz Hernández había presentado su primera novela, Las montañas azules, en Béjar, concretamente en el Centro Integrado de Formación Profesional.
A continuación Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo tomó la palabra para, en primer lugar, explicar que esta actividad, programada en un principio para el 15 de octubre, día de Santa Teresa de Ávila, hacia quien la autora siente una especial predilección, hubo de ser trasladada por la manifestación en defensa del hospital de Béjar, un asunto que tiene mucho que ver con uno de los temas principales de la novela La canción del molino: la España rural, hoy la España vaciada. Porque quizá sea esta la idea capital del libro: las vivencias en un pueblo durante la Transición.
La acción transcurre en dos localidades ficticias: Santa María y Las Bajeras. Jandra desaparece y todo son conjeturas. La situación de las mujeres en el franquismo y en la Transición no favorece su búsqueda y las autoridades no se preocupan por el asunto.
A lo largo de la novela la autora va analizando dos franjas temporales en la vida de la desaparecida para intentar llevar al lector a comprender el suceso, en un ejercicio que pasa por Portugal y por España, a la vez que va descubriendo la personalidad e inquietudes, claros y sombras de cada personaje. Y todo ello en medio de la vorágine de cambios que están ocurriendo como el éxodo rural, las transformaciones de las leyes, la liberalización de la mujer, la llegada de la democracia.
Begoña Ruiz Hernández ofreció algunas pinceladas más de su proceso de escritura a la vez que quiso incidir en la contextualización proyectando imágenes de la época relativas a la Revolución de los Claveles, el aperturismo político, la llegada al gobierno de Adolfo Suárez, las manifestaciones en favor del divorcio, el desarrollo de la clase media y la emigración rural a las ciudades. Asimismo comentó las circunstancias que le habían llevado a definir esta novela, por ejemplo el título, derivado de una canción popular, y la enlazó con Las montañas azules, que si bien no son dos libros correlativos, sí que tratan sobre la vida en el mundo rural. Para finalizar, y haciendo las delicias de la concurrencia, realizó un juego consistente en hacer un recorrido por iniciales de palabras del ámbito rural de nuestra zona, que se van perdiendo por desuso, para, leyendo su definición, intentar que el público las completara.
Como colofón Manuel Alvarez-Monteserín hizo un llamamiento al Casino Obrero y al Centro de Estudios Bejaranos en pro de atraer a la juventud y a la comunidad educativa a actos como la presentación de La canción del molino. No en vano, será ellos quienes deberán mantener instituciones como el Casino Obrero o el CEB, faltos de relevo generacional. Al finalizar Begoña Ruiz Hernández ofreció a la venta sus dos novelas y los asistentes pudieron pedir su firma y dedicatoria.