El CEB presenta “Historia, lingüística y geografía del topónimo Béjar”, de Manuel Antonio Marcos
Desde que en 2017 presentamos el libro de Juan Manuel Ramos Berrocoso José Benavides Checa (1844-1912) y la recuperación documental de la historia medieval de Béjar.
Transcripciones y relación de fuentes perdidas o inéditas, el Centro de Estudios Bejaranos no había tenido el placer de integrar nuevas publicaciones a sus colecciones, fuera de las biografías de la Colección “Don Francés de Zúñiga”, los discursos de ingreso de sus miembros y las revistas Estudios Bejaranos de periodicidad anual.
Ayer, 8 de noviembre, se dio a conocer en el Casino Obrero de Béjar Historia, lingüística y geografía en el estudio del topónimo Béjar de Manuel Antonio Marcos Casquero, que esperamos sea de obligada lectura, como aquel El habla de Béjar del mismo autor que fue merecedor del Premio “Villar y Macías” del Centro de Estudios Salmantinos.
Ante un concurrida sala de exposiciones, el presidente del Casino Obrero, Francisco Javier Martín Peña hizo una breve presentación del acto, tras la cual intervino Josefa Montero García en su calidad de presidenta del Centro de Estudios Bejaranos.
A continuación la secretaria del Centro, Carmen Cascón Matas, explicó la dinámica del acto que constaría de una breve presentación del autor y sus publicaciones, de una serie de preguntas formuladas a Josefa Montero y la presentación del contenido del libro propiamente dicha acompañada por cuestiones lanzadas a Manuel Antonio Marcos Casquero entre la presidente y la secretaria del CEB.
Josefa Montero García explicó a los asistentes el proceso de consideración, revisión y edición de este trabajo, un ámbito desconocido que conlleva muchas horas de trabajo.
Manuel Antonio Marcos Casquero, a través de las preguntas de Carmen Cascón y Josefa Montero García, y apoyándose en un power point para hacer más didáctica su explicación, fue desgranando su interés por la toponimia y la etimología, un interés que le ha llevado a investigar el origen del topónimo Béjar. Para ello ha recurrido a disciplinas tales como la historia, la geografía y la toponimia sin las cuales habría sido imposible indagar en el pasado con el fin de llegar a tan ambicioso objetivo. En las 194 páginas del libro rastrea cada uno de los topónimos que la historiografía y las fuentes daban por buenos como origen de nuestro topónimo, tales como Beikor, Deóbriga, Berga, Bíclara, Bigerra, Abejar u otros de origen árabe o hebreo. Cada uno de ellos conforma un capítulo hasta un total de nueve. No deja de lado Marcos Casquero la indagación en el pasado más remoto de nuestra ciudad, recurriendo a la lápida de Valentino, único resto romano que conocemos, las lápidas visigodas, la lápida sepulcral hebrea de Doña Fadueña o las fuentes documentales, el patrimonio artístico o las tradiciones tales como el inventario de Alonso Mateos Díez y Oliva, los escudos del Calvario del edificio consistorial o la leyenda de los hombres de musgo.
Un libro de obligada lectura que ya está en venta en librerías, integrado en la serie “Varia Bejarana” del CEB con el número 6.