El Gobierno adjudica el estudio para construir una nueva línea de tren por la Ruta de la Plata
- Tendrá un plazo de ejecución de 24 meses y un importe de 820.826 euros
El Ministerio de Transportes ha adjudicado el contrato que determinará si es viable construir un nuevo corredor ferroviario entre Plasencia (Cáceres) y León, por la conocida como «Ruta de la Plata», uniendo ambas ciudades con Salamanca y Zamora, situadas en el recorrido de la antigua línea y sin conexión ferroviaria entre sí, debido al actual estado de abandono y desmantelamiento de la mayor parte de su recorrido.
Con la adjudicación de este contrato, el departamento de Óscar Puente se adelanta a la convocatoria de protestas de varias organizaciones ciudadanas de las provincias del oeste español, previstas para este fin de semana y a las que también se había adherido el Partido Popular.
La empresa Prointec será la encargada de evaluar la posibilidad de implementar este corredor ferroviario que atravesaría las provincias de León, Zamora, Salamanca y Cáceres, hasta conectar con la nueva línea de altas prestaciones de Extremadura en Plasencia.
Este estudio de viabilidad tendrá un plazo de ejecución de 24 meses, lo que traslada el siguiente trámite burocrático, en caso de salir adelante, a finales del año 2026. El contrato se realizará a cambio de 820.826 euros (IVA incluído), un importe un 16% inferior al presupuestado, que se elevaba a 967.612 euros.
Prointec deberá evaluar si este nuevo trayecto es viable desde un punto de vista técnico, económico y medioambiental, algo que además se complementará con un estudio de demanda tanto para pasajeros como para mercancías. Según informa el Ministerio en una nota, las alternativas «serán comparadas bajo consideraciones técnicas, económicas, medioambientales y de explotación, dando como resultado una alternativa óptima».
La vía antigua no sirve
La antigua Ruta de la Plata ferroviaria unía Gijón y Sevilla por el oeste peninsular y sin pasar por Madrid, pero su tramo central entre Astorga y Plasencia fue cerrado en el año 1982 debido a un sustancial descenso en el número de viajeros y la caída demográfica.
La nueva ruta deberá estar adaptada a los estándares del siglo XXI, por lo que desde Transportes descartan hacer uso del trazado existente, donde varios de sus tramos ya no tienen ni vías y han sido reconvertidos a las llamadas ‘vías verdes’ turísticas.
La ambición del actual Ejecutivo pasa por determinar la viabilidad de poner en marcha una nueva ruta adaptada a una velocidad mínima de 200 kilómetros por hora que permita al tren competir con el vehículo privado. Así mismo, debería ser compatible para tráficos de pasajeros y mercancías.
Esta ruta forma parte de la red global de corredores ferroviarios europeos, a desarrollar antes del año 2050, y podría acabar formando parte de Corredor Atlántico ferroviario, con el fin de conectar con puertos estratégicos como el de Sines, al sur de Lisboa.
La empresa que se adjudique el concurso deberá evaluar la viabilidad técnica y socioeconómica de esta nueva ruta, y tendrá un plazo máximo de 24 meses (2 años) .
Según ha dado a conocer el Ministerio, este nuevo estudio permitirá analizar las distintas alternativas de trazado posibles, «que posteriormente serán comparadas bajo consideraciones técnicas, económicas, medioambientales y de explotación, dando como resultado de dicha comparativa, una alternativa seleccionada u óptima». Se completará con sendos estudios de demanda y rentabilidad socioeconómica.