Opinión

El PSOE, el pueblo saharahui y la piel de la culebra

  • El Ministerio de la Verdad del PSOE pretende hacernos comulgar con ruedas de molino

| JOSÉ MUÑOZ DOMÍNGUEZ |

Los tiempos que malvivimos cada vez se parecen más a la distopía de Orwell, ya saben, aquel mundo ominoso de su novela 1984, controlado desde las telepantallas y las consignas del Ministerio de la Verdad. Reparen en la vigencia de su triple lema: «La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza».

La última traición del PSOE contra el pueblo saharahui y la forma en que pretenden convencernos de que no han mudado de piel y de conciencia no sólo es un ejercicio de impostura, sino un peligroso acercamiento a la mentira como forma de comunicación política: ¡qué rápido han aprendido de embusteros compulsivos como Putin!

El Ministerio de la Verdad del PSOE, tan activo y trasversal que contamina a todos los demás, pretende hacernos comulgar con ruedas de molino tan descomunales como estas: ¡no hemos cambiado de postura, nos encomendamos al dictamen de las resoluciones de la ONU, seguimos vistiendo pana!

Claro, claro: por eso se lamentan los saharahuis y se sienten tan abandonados; por eso se alteran en Argelia, por eso el rey de Marruecos –ese gran demócrata– se ríe a carcajadas desde que filtró la carta de la vergüenza.

Como los reptiles, también el PSOE muda la piel cuando conviene.

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