Opinión

IMÁGENES | El Bosque: Hierros que sí, hierros que no

 

GRUPO CULTURAL SAN GIL y PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DE EL BOSQUE DE BÉJAR  

El Ayuntamiento de Béjar y la Junta de Castilla y León pretenden incrustar artefactos de acero y otras moderneces en la terraza de la Huerta de El Bosque, chatarra inaceptable en un BIC-Jardín Histórico como este en el que, sin embargo, se ha tenido poco celo para conservar los componentes metálicos que se introdujeron en su última etapa histórica, la del romanticismo del siglo XIX. Mostramos a continuación el estado más que cuestionable de algunos de estos componentes para que sean reintegrados en las mejores condiciones a su lugar original, dando por hecho que no se los ha llevado el diablo, que todo pudiera ser.

La aportación del siglo XIX en materia de jardines fue ingente en diseños y en especies exóticas gracias a la generalización de la navegación a vapor, una de tantas consecuencias de la Revolución Industrial que favoreció la importación de semillas y plantones desde las colonias y su cultivo comercial en los grandes viveros que abastecían a la nueva clase emergente, la burguesía europea y americana de la época. Bajo diseños de inspiración paisajista, el disfrute de los jardines dejó de ser un placer exclusivo de reyes y aristócratas para democratizarse en dos nuevos tipos de jardín: el parque público, destinado al reducido ocio de las clases trabajadoras, y el pequeño jardín privado de los nuevos burgueses, enriquecidos por su actividad comercial, industrial y especulativa. El caso de Béjar es paradigmático en ambos tipos, pues entre 1879 y 1881 fueron creados nuestros primeros parques públicos municipales (el de la parte alta de la Plaza Mayor, ya desaparecido, y el de la Corredera) y proliferaron numerosos jardines en los terrenos anejos a las viviendas de los principales fabricantes, gran parte de ellas situadas en la Calle Mayor. En 1869, de la mano del empresario textil Cipriano Rodríguez-Arias Corón y herederos, se produjo una transformación muy representativa de aquella etapa: la villa suburbana El Bosque fue adquirida al duque por este industrial y político y su jardín de cuadros rediseñado como el jardín romántico que todavía conservamos. A las valiosas especies allí plantadas (libocedros, sequoias, magnolios, palmeras, etc.) hay que sumar la introducción de componentes de hierro forjado, colado o fundido en forma de cerrajería de puertas y balcones, cenadores o templetes, mobiliario de jardín y esculturas para fuentes, productos, todos ellos, derivados de la misma Revolución Industrial que posibilitó la transferencia de especies vegetales. Recuperar El Bosque implica conservar estos componentes de hierro de antaño e impedir que en su lugar nos cuelen moderneces de acero corten, completamente ajenas a su historia, como se pretende en el indigno proyecto de la Huerta, en ejecución desde el mes de junio.

No son pocos los antiguos elementos de hierro que todavía permanecen in situ cumpliendo perfectamente su función (citemos los cuatro cenadores esquineros del Jardín Romántico, la Fuente del Cisne, la maltrecha pérgola de la Fuente del Escudo, el templete de la isla, las verjas y portones de paso entre terrazas y parcelas), otros han desaparecido con el tiempo y el mal trato (la pérgola oriental del mismo Jardín Romántico, un segundo arco para enredadera o los remates de algunas fuentes y burlas de agua), pero nos vamos a detener en tres piezas que han sido alteradas recientemente y que deberían retornar a su lugar y función de origen: el cenador dodecagonal de la Huerta de los Bojes, la veleta del templete de la isla y el remate central de la Puerta de la Justa.

  1. ¿DÓNDE ESTÁ EL VIEJO CENADOR DE LA HUERTA DE LOS BOJES?

El 29 de julio de 2015 exigíamos la recuperación de esta interesante pieza del jardín decimonónico (fotos 1 y 2) que fue inventariada en el Plan Director de 2000, donde consta con su correspondiente planimetría (foto 3). Tan sólo un año después, en diciembre de 2001, un fuerte vendaval derribó el pinsapo centenario que hundió parcialmente sus herrajes, aunque siguió en su sitio hasta que en 2008-2009 fue desmontado con motivo de la ramplona recreación jardinera realizada en la Huerta de los Bojes. La última vez que pudimos ver sus restos se encontraban apilados entre maquinaria y tierra removida en la terraza lateral del Jardín Romántico (foto 4, tomada en 5 de agosto de 2009). Desde entonces nada se sabe: ¿se recogieron sus piezas en algún almacén municipal, lo vendió algún concejal como chatarra? Reiteramos nuestra exigencia de que este cenador sea recuperado, restaurado como lo fue en su día el templete de la isla (de la misma época o algo posterior) y reinstalado en su emplazamiento original, pues con ello se daría perfecto cumplimiento a la legislación sobre Patrimonio, en la que se consagra el respeto por todas las etapas de un BIC-Jardín Histórico, y se facilitaría la transición entre un área caracterizada por las formas renacentistas –la terraza del estanque– a otra de marcado carácter romántico y decimonónico, un pequeño túnel del tiempo en forma de cenador que contribuiría como ningún otro elemento a la comprensión e interpretación de El Bosque en sus diferentes etapas históricas.

  1. LA VELETA DEL TEMPLETE DE LA ISLA

En marzo de este mismo año, 2021, regresaron los cormoranes a disfrutar de El Bosque: pescaron en el estanque, exhibieron sus cortejos amorosos en lo alto de los árboles y nos dejaron de recuerdo alguna trastada: al posarse sobre la veleta del templete de la isla, su peso en húmedo y el mal estado de la pieza provocaron la inevitable rotura (fotos 5 y 6). Resulta frustrante comprobar cómo la restauración de este templete, realizada en 2004, no ha impedido su deterioro. Nos consta que el fragmento desprendido, fechado en 1896, se encuentra a buen recaudo y esperamos que sea recolocado en breve plazo, no vaya a ser que el asunto se demore tanto como con la Fuente del Paraguas, en manos de la Dirección General de Patrimonio desde su destrozo en 2016 (¡hace cinco años, nada menos!) y todavía pendiente de restauración: sería lamentable que los responsables del Ayuntamiento y la Junta, al no disponer de veleta, siguieran sin saber por dónde soplan los buenos vientos para recuperar El Bosque como merece.

  1. ¿DÓNDE ESTÁ EL REMATE DE LA PUERTA DE LA JUSTA?

Desde la segunda semana de junio, también de este funesto 2021, falta el remate central de la Puerta de la Justa (compárese la foto 7 con la foto 8), que fue incomprensiblemente desmontado para hacer pasar la caseta de obras, destinada a la ejecución del lamentable «acondicionamiento» de la Huerta. Hubiera sido bien fácil introducirla mediante grúa, pero decidieron entrar como elefante en cacharrería, desmontaron el remate sin contemplaciones y ancha es Castilla. Al margen de los daños que se puedan haber causado al desmembrar la puerta, pedimos explicaciones sobre el paradero de esta pieza y sobre la fecha en que será devuelta a su lugar original, pues pudiera ocurrir como con el cenador desaparecido desde 2009, y El Bosque no está para perder más elementos ni para sufrir nuevas alteraciones.

Esperamos respuesta pública de la Dirección General de Patrimonio y del Ayuntamiento de Béjar sobre el estado y reposición de estos tres componentes e invitamos a sus representantes, nuevamente, a mantener con nosotros una reunión en la que tratemos de reconducir el rumbo de la recuperación integral de este BIC-Jardín Histórico: elijan el lugar, el día y la hora que mejor les convenga y allí estaremos.

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