Editorial 509 | La mujer del César
- Cualquier indicio de favoritismo puede erosionar la credibilidad de las instituciones
En el ámbito de la gestión pública, la transparencia y la ética son pilares fundamentales para mantener la confianza de la ciudadanía. Cualquier indicio de conflicto de intereses o favoritismo, incluso si es solo una percepción, puede erosionar gravemente la credibilidad de las instituciones.
La semana pasada, en la última sesión plenaria, conocimos un presunto chanchullo del reprobado alcalde de Béjar, Luis Francisco Martín (PP), aprobando el pago de unas facturas registradas por un miembro de la candidatura del PP en las municipales de 2023 y realizadas por empresas del propio regidor.
Este hecho en sí mismo, y aunque finalmente no constituyera una prueba de ilegalidad ante la Fiscalía, plantea interrogantes sobre la idoneidad de ciertos procesos de contratación y las relaciones entre cargos públicos y beneficiarios de contratos.
AVISO A NAVEGANTES
Pero quizás este no sea un caso aislado y pudiera ser algo más habitual de lo esperado en el consistorio bejarano. Según ha podido conocer BÉJAR EN EUROPA, habría dos expedientes de similares características en los últimos 3 meses. Salvo que, en esta ocasión, la relación es más íntima: Unidos por estrechos lazos sanguíneos y familiares.
La contratación menor, por su naturaleza, se caracteriza por su agilidad y por no requerir los mismos procedimientos de publicidad y concurrencia que los contratos de mayor cuantía. Precisamente por ello, es en este tipo de adjudicaciones donde la vigilancia sobre la ética y la prevención de posibles favoritismos debe ser más estricta. Cuando existen lazos familiares entre un cargo público y una empresa que recibe contratos de la administración a la que pertenece ese cargo, la percepción de un posible nepotismo se vuelve casi inevitable para la opinión pública.
Para salvaguardar la integridad de la administración local y la confianza de los ciudadanos, es imprescindible que los ayuntamientos actúen con la máxima diligencia. Esto implica no solo cumplir escrupulosamente con la legalidad, sino también ir más allá, implementando mecanismos que disipen cualquier atisbo de duda. Declaraciones de intereses claras, abstenciones obligatorias en procesos donde existan conflictos de intereses (reales o percibidos) y una mayor publicidad en las adjudicaciones de contratos menores, incluso cuando la ley no lo exija estrictamente, son medidas que contribuyen a fortalecer la transparencia.
En otras palabras: ‘La mujer del César no sólo debe serlo sino parecerlo’.